Apoyados en Jesús...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 14 de noviembre de 2010, Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario del Ciclo Litúrgico C, en la Abadía Santa Escolástica y en el Hogar Marín (clic aquí para verla y oírla en Youtube):

Santa Sabina1. LAS COSAS BIEN HECHAS DURAN MÁS, PERO NADA DURA PARA SIEMPRE... Es normal que las cosas que están bien hechas duren más, y si están muy bien hechas que duren mucho más. Pero por más que duren las cosas, no hay nada que dure para siempre. La Iglesia santa Sabina, por ejemplo, que está en Roma, en el monte aventino, fue construida en el siglo V, siguiendo el modelo de las basílicas romanas. Sin duda ha tenido reparaciones y agregados, pero de todos modos si hoy la vemos todavía en pie, es porque ha sido construida muy bien desde su inicio...

San Pedro y San PabloEn el siglo IX comenzaron a hacerse Iglesia con el estilo románico: muy austeras, casi sin adornos, pero con una robustez que permite que muchas de ellas estén hoy todavía en pie, con columnas y paredes de piedra, muy anchas. En Italia, España y sobre todo Francia hay muchas Iglesias románicas, como la de San Pedro y San Pablo, en Alsacia, que necesitan reparaciones, como todos los edificios, hasta el del Hogar Marín en el que estamos, que tiene poco más de ochenta años y para seguir funcionando necesita siempre reparaciones...

AncianasCuando las cosas tiemblan es más fácil que se caigan y se destruyen. Lo saben bien en los lugares en los que con frecuencia sufren terremotos. Allí las construcciones necesitan ser hechas con una robustez especial. Pero también nos sucede con la salud, que a veces comienza a temblar. Si andamos mal en alguna de nuestras enfermedades, sean o no crónicas, inmediatamente parece que repercute en todas las demás. Aparecen unos síntomas, y enseguida se multiplican otros que no parecen dejarnos en paz. Si nos sube la presión, también nos duele la cabeza, y hasta los huesos, y nuestro hígado se hace sentir, y otras cuantas cosas más. De un momento para otro, nos parece que nada podrá volver a su normalidad, y podemos perder la paz...

Ni las cosas ni nuestra salud duran para siempre. Por supuesto, hay que cuidar las cosas y la salud para que no se dañen inútilmente, pero también hay que saber que en algún momento comienzan a temblar y se quiebran. En definitiva, este mundo tiene su fin, y esto es lo que hoy nos quiere advertir Jesús. El quiere mostrarnos que es en Él en quien nos podemos apoyar cuando todo tiembla...

Jesús roca firme2. JESÚS ES LA ROCA FIRME EN LA QUE NOS PODEMOS APOYAR CUANDO TODO TIEMBLA... Él es por quien se hizo el mundo, y quien nos salvó de la perdición (eso es lo que se llama la "redención", que Jesús hizo en la Cruz, donde venció la muerte resucitando). Por eso, es posible apoyarse en Él...

Es cierto que el mundo no durará para siempre. Y además está bien que sea así. Porque el mundo que conocemos no alcanza para colmar los deseos y las aspiraciones que Dios mismo sembró en cada uno de nosotros. Para eso hace falta algo más que el mundo, y que viene después del mundo: el Cielo...

JesúsPor otra parte, el fin del mundo no será su destrucción, sino su plenitud. Dios no es un chico caprichoso y el mundo no es para Él un juguete sino "la obra de sus manos". Cuando a un chico caprichoso no le gusta o le funciona mal un juguete, lo rompe. Hoy en el mundo hay guerras, revoluciones, terremotos, pestes, hambre, persecuciones, y parece que muchas otras cosas andan mal. Pero, como dice Jesús, esto no es el fin del mundo, sino parte de él. Mientras tanto, a nosotros nos toca ayudar a construirlo, apoyándonos en Jesús, que transformó toda nuestra realidad en un camino de salvación, en la Cruz. También nuestra patria, como nuestro hogar, que para los que aquí vivimos es concretamente este Hogar Marín, en el que celebramos la Misa, es parte del mundo que nos toca construir. Viviendo animados por la fe en Jesús, la roca firme en la que nos podemos apoyar, podemos animarnos a aportar lo que está en nuestras manos para construir este mundo en el que vivimos...

Si bien no todos tenemos las mismas responsabilidades (los que han sido elegidos para hacer cargo de la construcción del bien común, ejerciendo para ello la autoridad que se les confió, sin duda tienen una responsabilidad mayor), todos tenemos parte en ello. Esta casa, que es la nuestra, ha sido confiada a nuestras manos. Y esta casa es en primer lugar la concreta en la que vivimos, pero también, y en círculos concéntricos nuestra familia, nuestras amistades, nuestros vecinos, nuestro barrio, nuestro país y el mundo entero...

Construir3. EL CIELO SE ALCANZA CON PACIENCIA Y CON CONSTANCIA, APOYADOS EN JESÚS... Puede ser que las cosas anden mal, y verdaderamente es así. Pero el final feliz está garantizado, porque Jesús lo ha ya inaugurado con su Resurrección, y nos está preparado en el Cielo, que es el verdadero fin del mundo, en un doble y consolador sentido: en primer lugar, el mundo tiene en el Cielo su meta; pero además, el mundo tiene en el Cielo su plenitud...

Mientras tanto, no podemos quedarnos de brazos cruzados, esperando que llegue la salvación, sin que a nosotros nos toque hacer nada. "El que no quiera trabajar que tampoco coma", dice hoy San Pablo a los que se quedaban sin hacer nada pensando que estaba cerca el fin del mundo, y nos dice también a nosotros, si tenemos la tentación de pensar que a nosotros no nos toca hacer nada...

Benedicto XVIA nosotros nos toca también una parte en la construcción de este mundo que nos lleva camino al Cielo. Para realizar lo que nos toca necesitamos apoyarnos en Jesús. Y Él se hace fuerte en la Cruz. Por lo tanto, conviene que lo sepamos: para construir esa parte del mundo de la que somos responsables, y para caminar hacia el Cielo, tendremos que apoyarnos en la Cruz...

Está lleno de significado el diseño del Báculo, es decir, el cayado del Pastor, que utilizó el Papa Pablo VI, y que  eligieron también sus sucesores hasta el día de hoy: en primer lugar Juan Pablo I, después a lo largo de todo su pontificado Juan Pablo II, y ahora Benedicto XVI. En el extremo superior del Báculo de estos Papas está Jesús en la Cruz. Esta aparece con los brazos doblados, representando hasta qué punto el peso de nuestros pecados llegan a torcer el madero de la Cruz, sin embargo sin quebrarlo. En la Cruz se pone de manifiesto la paciencia y la constancia con la que Jesús lo dio todo por nuestra salvación, y la misma Cruz de Jesús es la que nos anima a la paciencia y a la constancia con la que, apoyados en Él, podremos alcanzar el Cielo...


Lecturas bíblicas del Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario del Ciclo C:

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Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
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