Cuidar heridos del camino...
Queridos amigos:
1.
NO SIEMPRE ES FÁCIL LLEVARSE BIEN CON TODOS LOS VECINOS... Cuando
llega un vecino nuevo al barrio, y también si entra al Hogar un
nuevo residente y se ubica en la habitación de al lado, enseguida
queremos saber de quién se trata. Cualquier excusa es motivo para
saber algo de él. Si pudiéramos hacerlo con disimulo, quizás hasta
nos ponemos a espiarlo desde la puerta. O salimos a barrer la
vereda, y en cuanto es posible no asomamos por la reja, para ver
cómo es, qué hace, cuáles son sus movimientos. O pasamos por la
puerta de su casa, y con todo disimulo agudizamos la mirada para
pescar algo que nos sirva de pista. Hasta es posible que nuestra
curiosidad nos lleve a saludarlo, y de paso entrar un poco en su
vida, para saber de quién se trata...
Pero después de las primeras
sonrisas y las mutuas atenciones, es posible que no tarden en
aparecer las primeras discusiones. Que si el tacho de la basura hay
que dejarlo ahí o un poco más allá, que si las hojas las barremos a
la tarde o a la mañana, que si tiene que enjuagar la vereda justo
cuando yo salgo a pasear el perro o lo puede hacer un poco más
tarde...
También los vecinos "nos asaltan", por ejemplo con sus
ruidos. Ya
sea que se trata de un vecino de departamento, o de casa, o un
vecino de cuarto en una pensión, o en el Hogar Marín. Justo cuando
queremos descansar nos encontramos con que el vecino decide ponerse
a ver televisión, u oír música, y como es un poco más sordo que yo,
pone el volumen de modo tal que se oye casi más en nuestra casa que
en la suya...
O justo el día en que estamos
más cansados, los hijos de los vecinos deciden hacer una fiesta con
todo, suena la música en un volumen tal que tiembla literalmente
toda la cuadra. Los viernes a la noche, por ejemplo, parece que
hubiera reunidos cientos de jóvenes sobre la calle España, a la
vuelta del Hogar, hablando a los gritos y haciendo sonar las radios
de sus autos como si estuvieran en un estadio, con cánticos de
fútbol incluidos...
Como último ejemplo, se me ocurre pensar en la frecuencia con
que
los vecinos, sobre todo en los departamentos, deciden "mover
todos
los muebles". Sentimos desplazamientos que van de aquí para allá,
que parecen interminables. Nos surgen punzantes las preguntas: "¿Qué
estará haciendo? ¿No piensa terminar nunca? ¿Puede ser que tenga
tantos muebles, o lo hará sólo para molestarme?"...
Por estas y por muchas cosas más no es fácil llevarse bien con los
vecinos, pero es posible y por lo tanto hay que intentarlo. Jesús
nos propone hoy el camino y nos muestra cómo hacerlo. El camino es
el amor, que es el más importante de todos los mandamientos. Y en la
parábola que nos propone nos muestra cómo se hace...
2. EL AMOR REQUIERE QUE NOS
DEJEMOS CONMOVER POR EL DOLOR DEL VECINO... El sacerdote y el levita
estaban dedicados al culto, que se realizaba en el Templo de
Jerusalén, y del que probablemente volvían (se "baja" de Jerusalén a
Jericó, que está cerca de 1000 metros más abajo). Quizás pensaban
que eso era más importante que atender al que estaba medio muerto, y
por eso siguieron de largo. El samaritano, en cambio, que es "un
enemigo" del que está medio muerto, se deja conmover por éste, que
le aparece al lado sin haberlo buscado, y se convierte en "su
vecino". Por eso se detiene, y se pone en movimiento para atenderlo.
Dejarse conmover consiste en dejar que la necesidad del otro llegue
a nuestro corazón y nos ponga en movimiento para tratar de
auxiliarlo...
Jesús da vuelta las cosas. No
contesta a la pregunta "quién es mi prójimo", porque si lo hiciera
dejaría en el centro de la escena al que pregunta. Nos dice en
cambio que se comportó como prójimo el que se acercó a atender al
que sufría, poniendo el centro de la escena la necesidad del
vecino...
Así es que para comportarnos como prójimos tenemos que dejarnos
conmover por el dolor del vecino. De los niños que nos tocan el
timbre, con hambre de pan y sed de Dios. De mi vecino de cuarto, que
quizás está muy solo y aburrido. De nuestros amigos del primer piso
(en el Hogar Marín), que son los que tienen más dificultades para
moverse y para valerse por sí mismos, porque la enfermedad u otras
limitaciones los tienen más postrados. De todos los que nos cruzamos
por la calle y no cuentan hoy con un trabajo que les permita tener
una fuente de ingresos con la que mantener dignamente a su familia.
En definitiva, estamos llamados a comportarnos como prójimos de
todos los que llegan a golpear las puertas de nuestro corazón con
sus necesidades y nos muestran el rostro de Jesús, presente en cada
hermano que tiene derecho a esperar algo de nosotros y nos reclama
una respuesta de amor...
3.
HAY QUE ACERCARSE AL DOLOR DEL VECINO PARA ALCANZAR LA VIDA
ETERNA... Nuestra meta es la Vida eterna (aunque parezca que no
tenemos apuro en llegar). Por esta razón, nos interesa la pregunta
del doctor que quiere poner a prueba a Jesús, pero sobre todo su
respuesta que nos muestra el camino. Toda nuestra fe encuentra su
expresión más completa en el doble mandamiento del amor que está en
el centro de la respuesta de Jesús (amor a Dios y a nuestros
hermanos). Acercarse
al dolor de nuestros vecinos puede llegar a conmovernos. Si esto
sucede, el dolor de nuestros vecinos llegará a nuestro corazón y lo
pondrá en movimiento. Entonces podremos descubrir que en nuestras
manos hay mucho más de lo que un primer momento podríamos haber
pensado, antes de ser conmovidos, para acudir de una manera eficaz a
sus necesidades tratando de aliviarlo. Si logramos hacerlo, y con
Jesús ciertamente es posible, estaremos comenzando a comportarnos
como sus prójimos...
Hoy podemos decir
con certeza en Argentina que la familia está herida, con la media
sanción en la cámara de diputados de una ley que la destruye,
poniendo en condiciones de igualdad lo que no es igual, e incluso
privilegiando los intereses particulares por encima del bien común,
al tratar de manera igualitaria el matrimonio y las uniones entre
personas del mismo sexo que por eso mismo no son propiamente
matrimonios...
Por eso se entiende que los Obispos de Argentina nos convoquen para
el próximo martes 13 de julio a las 18:30 a la Plaza del Congreso
para auxiliar a nuestra familia herida, haciendo valer pacíficamente
nuestra voz y nuestra presencia para sostener nuestra familia...
Puestos ante el buen samaritano, y ante muchas personas que tenemos
cerca y que nos muestran con su vida de cada día todo lo que puede
hacerse con un amor comprometido, seguramente oiremos a Jesús, que
nos está llamando a compartir la Vida eterna, diciéndonos al oído,
muy suavemente pero a la vez muy firmemente: "procede tú de la misma
manera"...
Lecturas
bíblicas de
la Misa del Domingo XV del Tiempo Ordinario del Ciclo C:
- Moisés habló al pueblo, diciendo: El Señor, tu Dios, te
dará
abundante prosperidad en todas tus empresas, en el fruto de tus
entrarás, en las crías de tu ganado y en los productos de tu
suelo. Porque el Señor volverá a complacerse en tu prosperidad,
como antes se había complacido en la prosperidad de tus padres.
Todo esto te sucederá porque habrás escuchado la voz del Señor,
tu Dios, y observado sus mandamientos y sus leyes, que están
escritas en este libro de la Ley, después de haberte convertido
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. Este
mandamiento que hoy te prescribo no es superior a tus fuerzas ni
está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que digas:
«¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo traerá hasta aquí, de
manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica? Ni tampoco
está más allá del mar, para que digas: «¿Quién cruzará por
nosotros a la otra orilla y lo traerá hasta aquí, de manera que
podamos escucharlo y ponerlo en práctica?». No, la palabra está
muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la
practiques (Deuteronomio 30, 9-14).
- Cristo Jesús es la Imagen del Dios invisible, el
Primogénito
de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las
cosas, tanto en el cielo como en la tierra los seres visibles y
los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades:
todo fue creado por medio de él y para él. El existe antes que
todas las cosas y todo subsiste en él. El es también la Cabeza
del Cuerpo,es decir, de la Iglesia. El es el Principio, el
Primero que resucitó de entre los muertos,a fin de que él
tuviera la primacía en todo, porque Dios quiso que en él
residiera toda la Plenitud. Por él quiso reconciliar consigo
todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la
paz por la sangre de su cruz (Colosenses 1, 15-20).
- Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a
prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida
eterna?». Jesús le preguntó a su vez: «¿Qué está escrito en la
Ley? ¿Qué lees en ella?». El le respondió: «Amarás al Señor, tu
Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus
fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo».
«Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y
alcanzarás la vida». Pero el doctor de la Ley, para justificar
su intervención, le hizo esta pregunta: «¿Y quién es mi
prójimo?». Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un
hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos
ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron,
dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino
un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También pasó por allí un
levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que
viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.
Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite
y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un
albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos
denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole:
"Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver" ¿Cuál
de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre
asaltado por los ladrones?». «El que tuvo compasión de él», le
respondió el doctor. Y Jesús le dijo: «Ve, y procede tú de la
misma manera» (Lucas 10, 25-37).
Volver al inicio de
la
predicación...
Predicaciones
del P. Alejandro W.
Bunge: