El bien que podemos, cada día...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 4 de julio de 2010, Domingo XIV del Ciclo Litúrgico C, en el Hogar Marín (clic aquí para verla y oírla en Youtube):

Selección1. A VECES LA VIDA NOS PONE ANTE TAREAS QUE PARECEN IMPOSIBLES... ¿Cómo se hace, por ejemplo, para ganar un Campeonato Mundial de Fútbol? No es una pregunta ociosa, porque está visto que no basta contar con los que se supone son los mejores jugadores, que se destacan en todos los equipos en los participan en los campeonatos más importantes, ganando los campeonatos locales, con medallas de goleadores y mejores jugadores del campeonato (quizás lo sucedido ayer nos ayude a recordar que este deporte es en realidad muy sencillo, y fundamentalmente es y seguirá siendo un juego de equipo)...

13/07/2010: Plaza CongresoEn un orden más trascendente, cabe preguntarse cómo se hace hoy para defender el matrimonio y la familia, ante los embates que pretenden tirar todo por la borda pretendiendo igualar la condición de las uniones homosexuales a lo que es por su misma esencia el matrimonio, la unión de "uno y una" en una comunión tal de vida que pueda llamarse plenamente conyugal, por su misma naturaleza destinada al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los hijos. No en vano los creyentes cristianos se están convocando para congregarse el próximo 13 de julio a las 18:30 en la Plaza del Congreso, para hacerles recordar a los Senadores que ese día tratarán el tema que las cosas son como son, y no lo que ellos quieran que sean...

En realidad, siempre puede parecer una tarea imposible la misión de la Iglesia, de la que todos participamos, y que consiste en predicar una palabra sobrenatural de salvación a un mundo materialista y descreído, una palabra de misericordia a un mundo injusto y cruel, una palabra que propone la primacía del amor y del espíritu a un mundo que corre detrás de lo fugaz y pasajero, marginando los valores que la Iglesia está llamada a despertar y alimentar...

EsfuerzoEn nuestro entorno más cercano, también puede parecer una tarea imposible esta parte de tarea de la Iglesia que se lleva adelante en este Hogar Marín. Sin embargo, todos los días constatamos cómo un pequeño grupo de Hermanitas, de una edad más bien madura, con un pequeño número de eficientes empleadas y la colaboración de voluntarios, logran tener en marcha esta Casa como un verdadero Hogar, en el que viven hoy 60 ancianos atendidos verdaderamente "como en su casa". Bastan apenas unas pocas personas dispuestas a seguir el ejemplo de las Hermanitas y cooperar con ellas, para llevar adelante este Hogar con el amor de todos y las donaciones de los bienhechores...

La desproporción que podemos constatar entre la inmensa tarea de la que participamos todos los bautizados, por el sólo hecho de serlo, y los pobres medios con los que contamos, no es una novedad, sino que ha sido tenida en cuenta por Jesús cuando nos hizo este encargo...

Esfuerzo2. JESÚS NOS ENVÍA A VENCER EL MAL CON LAS FUERZAS DEL BIEN... El envío de los setenta y dos discípulos, junto con los Doce Apóstoles, a quienes pone al frente de la misión, nos deja en claro que todos tenemos un lugar en la misión de la Iglesia. Pero además de la misión, Jesús nos deja en claro los medios con los que contamos y el modo en el que podemos realizarla, aunque parezca que nos supera por todos lados. En definitiva, Él siempre primero nos da lo que después nos pide que llevemos en su nombre a todos nuestros hermanos...

Poner la palaJesús resucitado nos ha cambiado la vida. Su fuerza redentora nos ha cambiado del todo, pasándonos del horizonte de la muerte al horizonte de la Vida eterna. De las tinieblas y la desgracia del pecado nos ha transportado a la luz y a la gracia, de la enemistad con Dios nos ha llevado a la comunión con Él. Toda esta enorme energía del Amor redentor que recibimos de Jesús, es la que Él mismo nos encarga que llevemos a nuestros hermanos...

Por eso, la tarea a la que Jesús nos llama puede parecer imposible, pero no lo es. Tenemos unas fuerzas que no son clamorosas y explosivas, pero que son capaces de cambiar la realidad que nos rodea, poco a poco...

OvejasPor eso, también, somos enviados "como ovejas en medio de lobos". Nosotros somos enviados a realizar cotidianamente el bien, de la misma manera que Jesús lo ha realizado con nosotros. Y ese bien no se impone por la fuerza. No es un bien que alcance su fuerza en las razones que podamos exponer en nuestros discursos, ni es un bien que se justifique porque cae bien a los oídos de quienes lo escuchan pronunciar. Es un bien que se muestra eficaz por su propio peso, ya que consiste en realizar lo que es sustancialmente bueno para los otros. La eficacia del bien que Jesús nos llama a hacer está en sí mismo, y no en nosotros...

Esta misión de hacer el bien involucra nuestra palabra y nuestro ejemplo, ya que se sostienen mutuamente. Por una parte, sólo el bien realizado es una palabra que los hombres de nuestro tiempo están dispuestos a escuchar sin demasiada discusión. Pero, por otra parte, la palabra ayuda a que nuestro anuncio no sea nebuloso, sino claro y explícito: es Jesús quien nos ha llevado de la muerte a la Vida, y es Él quien nos llama a todos a ser testigos de la Vida que de Él hemos recibido...

Mujer lava3. TENEMOS QUE ANUNCIAR A JESÚS CON EL BIEN QUE PODEMOS HACER CADA DÍA... Ya hace seis años yo me preguntaba: ¿Cuántos platos habrá lavado en su vida cada ama de casa que lea estas líneas? Hoy la respuesta consistiría en un número aún más abultado que el de seis años atrás. Seguramente, si se pudieran poner uno arriba de otro, harían una pila que se alzaría hacia el Cielo, muy por encima de donde alcanza nuestra vista, y realmente nos asombraría (podría haber dicho lo mismo de los "amos de casa", pero sospecho que, al menos en algunos casos, la pila sería mucho más pequeña). Pero esa pila sólo se puede armar sumando los platos que se lavan cada día...

ConstruirCuando nuevos visitantes llegan al Hogar Marín se asombran porque, siendo una Casa tan grande, todo reluce (en los pasillos, en el comedor, en la Capilla). Conviene tener en cuenta que eso no sucede de manera automática. Sólo es posible, porque todo se limpia de nuevo cada día...

Así, entonces, nuestra tarea de anunciar a Jesús con hechos y palabras, y de cambiarle de esta manera la cara a este mundo en el que vivimos, no se realiza de un día para otro, sino que es tarea de cada día. También el bien que hacemos cada día se acumula, y le cambia la cara a la realidad en la que vivimos...

Haciendo cada veinticuatro horas el bien que cada uno de nosotros tenemos a mano hacer cada día, estaremos construyendo un mundo mejor, en el que habremos podido sumar esa cuota de bien que estaba en nuestras manos, y con la que el mundo no hubiera podido contar, si nos hubiéramos quedado de brazos cruzados, sin hacer lo que nos correspondía. Así se lo anuncia a Jesús, no con la fuera de los elefantes, sino con la paciencia de las abejas y las hormigas...


Lecturas bíblicas del Domingo XIV del Tiempo Ordinario del Ciclo C:

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Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
Todas las predicaciones: http://www.awbunge.com.ar/predicaciones/
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