Pastores y ovejas...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 25 de abril de 2010, Domingo IV de Pascua (del Buen Pastor) del Ciclo Litúrgico C, en la Abadía Santa Escolástica y en el Hogar Marín (clic aquí para verla y oírla en Youtube):

Madre1. SÓLO NOS DEJAMOS CONDUCIR POR ALGUIEN QUE NOS INSPIRE CONFIANZA... Nadie tiene tanta fortaleza como para conducirse siempre solo en todos los ámbitos y en todos los momentos de su vida. Cuando nacemos somos las criaturas más indefensas del universo, y no podríamos subsistir si no no nos ayudaran. Desde el comienzo somos asistidos por nuestros padres o quienes hacen sus veces. Nos dejamos conducir por ellos y nos confiamos en ellos porque desde el primer momento han sido nuestro mejor punto de apoyo: nos brindaron los primeros cuidados, los primeros calores, los primeros alimentos y las primeras sonrisas...

MaestrosCuando vamos creciendo nos vamos dando cuenta que con los padres no alcanza. Ellos no lo saben todo, y si queremos aprender todo lo que nos hace falta para desempeñarnos en la vida necesitamos de los maestros y de los profesores. Y entre todos ellos, depositamos nuestra confianza y guardamos para siempre el recuerdo de aquellos de los que hemos aprendido porque nos han sabido conducir con su propia sabiduría en la dura tarea del aprendizaje...

IsidroCuando ya hemos crecido lo suficiente (y a veces antes), vamos perdiendo la firmeza de la salud. Las enfermedades nos van enseñando a confiar en los médicos y en los auxiliares de la medicina, al menos cuando éstos tienen no sólo una buena ciencia, sino además esa cuota de humanidad y de amor que nos llevan a sentirnos seguros en sus manos. Aquí, en el Hogar Marín, las Hermanitas, los empleados y los voluntarios que colaboran con ellas, son los que nos brindan el apoyo ante la debilidad a la que nos llevan las enfermedades y el embate de los achaques que nos acosan. Por eso vamos aprendiendo a descansar en ellos con la mayor confianza...

También para crecer en la vida espiritual necesitamos en quien depositar nuestra confianza para que nos ayude a crecer. Y todos nos hemos confiado en muchas ocasiones en los Pastores que nos han ayudado a encontrar a Jesús. Por eso es tan grave el pecado y el delito que aquellos Pastores que han traicionado a los fieles con su conducta. Muchos fieles han corrido el peligro de perder la confianza ante las debilidades de algunos Pastores que no sólo han traicionado a Dios, sino que además han herido gravemente con su culpa a víctimas que tenían derecho en poner en ellos su mayor confianza. Por eso hay que tener siempre presente que necesitamos alguien más en quien podamos confiarnos, para alcanzar toda la altura y profundidad de la vocación que recibimos de Dios, que va más allá de lo que humanamente podemos alcanzar...

Buen pastor2. JESÚS ES EL BUEN PASTOR, QUE CUIDA DE NOSOTROS Y QUIERE LLEVARNOS A LA VIDA ETERNA... Jesús es el Buen Pastor que puede llevarnos a ese gran destino que nos ha preparado, porque Él es Dios. Él y el Padre son una misma cosa, nos dice hoy Jesús, y atrae así toda nuestra confianza, para que nos pongamos totalmente en sus manos. Sólo Dios se ocupa y se preocupa por el verdadero bien de todos los hombres. Sólo Él cumple todas sus promesas, que son muchas y muy buenas. Sólo Él atiende al bien de todos, y por lo tanto sólo en Él podemos poner toda nuestra confianza, para que nos conduzca a donde Él quiera...

Jesús, como Buen Pastor, nos hace conocer su voz. Sabemos lo que dice, son claras sus Palabras y firmes las huellas por las que nos lleva. Además, como Buen Pastor, nos da el alimento que nos hace falta para llegar a la Vida eterna. Es más, literalmente Él mismo se hace nuestro alimento en la Eucaristía, y se multiplica tanto cuanto haga falta para estar siempre en la Mesa en la que mejor se alimenta nuestra fe, en la Misa...

Benedicto XVIJesús, el Buen Pastor, realiza hoy su tarea pastoral a través de los que Él ha llamado a este servicio. Benedicto XVI, sostenido por el Amor de Dios y por su fe, preside hoy este servicio, y con él lo realizan todos los Obispos del mundo, con la colaboración de los sacerdotes y la ayuda de los diáconos. La tarea pastoral de todos nosotros (me incluyo, como sacerdote), es nada más y nada menos la que Jesús nos ha confiado, poniéndola en nuestras manos. Por eso, los fieles tienen derecho a ser exigentes con sus pastores (¡con nosotros!), tienen derecho a esperar de sus pastores (¡nosotros!) lo que Jesús les quiere dar a través de ellos. Se trata, sin la más mínima duda, y con toda gravedad, de un derecho de los fieles y un deber de los pastores...

Los fieles tienen derecho a que los pastores los conozcan, como Jesús conoce a sus ovejas. Tienen derecho a esperar de los pastores que se desvivan para que a nadie le falte la Palabra de Jesús y sus Sacramentos, porque para eso han sido llamados. Convendrá, entonces, que sean exigentes con nosotros, y al mismo tiempo que recen para que el Señor nos dé cada día más y mejores pastores para su rebaño (a esto se dedica la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones que se celebra hace ya 47 años en el Domingo del Buen Pastor, por iniciativa de Pablo VI). El Papa, en su Mensaje para esta Jornada (El testimonio suscita vocaciones), nos recuerda la exigencia para los Pastores (y el derecho para los fieles), de encontrar en nosotros verdaderos amigos de Jesús, una total entrega a Dios y la comunión con la Iglesia. Por eso debe comprenderse en su verdadera magnitud todo lo que Benedicto XVI, desde sus tiempos de Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, oficio para el que había sido llamado por el Papa Juan Pablo II, insistió en tratar y trató con la mayor firmeza y dureza la corrección y el castigo de los delitos más aberrantes cometidos por algunos pastores. Pero más allá de ello, los fieles deben tener siempre la confianza que Jesús es siempre el Buen Pastor, que actúa a través de sus ministros o a pesar de ellos...

Cordero3. NO BASTAN LOS BUENOS PASTORES, ADEMÁS HACE FALTA QUE SEAMOS BUENAS OVEJAS... De todos modos, si prestamos atención al texto evangélico que hemos proclamado hoy, que es el Domingo del Buen Pastor, enseguida nos vamos a dar cuenta que, en realidad, en él Jesús nos habla de las ovejas...

VocaciónEs que el Buen Pastor no nos quiere llevar "a la rastra" hasta su Casa, simplemente nos invita y espera que lo sigamos. Por eso, aunque tengamos derecho a ello, no basta con exigirles a los pastores que sean buenos. Todos, incluidos los pastores, tenemos que ser buenas ovejas, y para eso tenemos que esforzarnos. A todos nos hace falta escuchar la Voz de Jesús, que no deja de hablarnos. Todos tenemos que seguirlo a Jesús por los caminos por los que nos lleva, aunque a veces nos parezcan duros. De allí que cuando los pastores predicamos las palabras de Jesús, éstas no son sólo para quienes las escuchan, sino en primer lugar para quienes las pronuncian. Todos tenemos que estar atentos y despiertos, para que nadie nos arranque de las manos de Jesús, el único Buen Pastor que puede salvarnos. Todos tenemos que alimentarnos siempre con los alimentos que Jesús nos da (su Palabra y sus Sacramentos), porque de esa manera nuestra fe estará firme y nuestro paso será seguro, para seguirlo a Jesús hasta el Cielo, adonde Él nos ha invitado. Y todos tenemos que estar abiertos a responder al llamado de Jesús, que se manifiesta de diversas maneras, también llamando a algunos jóvenes, hoy como ayer, al sacerdocio y a la Vida consagrada. Sólo queda responder, cuando es Jesús quien llama...


Lecturas bíblicas de la Misa del Domingo IV de Pascua del Ciclo C:

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Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
Todas las predicaciones: http://www.awbunge.com.ar/predicaciones/
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