Queridos amigos:
Esta fue mi predicación de hoy, 28 de septiembre de 2003, XXVI Domingo
del Tiempo Ordinario. Me apoyé en las siguientes frases de las lecturas
bíblicas de la Misa del día:
- Un muchacho vino corriendo y comunicó la noticia a Moisés, con
estas palabras: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento».
Josué, hijo de Nun, que desde su juventud era ayudante de
Moisés, intervino diciendo: «Moisés, señor mío, no se lo permitas». Pero
Moisés le respondió: «¿Acaso estás celoso a causa de mí? ¡Ojalá todos
fueran profetas en el pueblo del Señor, porque él les infunde
su espíritu!» (Números 11, 27-29).
- ¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final! Sepan
que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está
clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos
del Señor del universo. Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y
de placer, y se han cebado a sí mismos para el día de la matanza. Han
condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera resistencia (Santiago
5, 3-6).
- En aquel tiempo, Jesús dijo: «Si tu mano es para ti ocasión de pecado,
córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos
a la Gehena, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado,
córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con
tus dos pies a la Gehena. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo,
porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser
arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no
se apaga» (Marcos 9, 43. 45. 47-48).
1. HAY MUCHAS HERRAMIENTAS MUY ÚTILES, SI LAS SABEMOS
MANEJAR... Pienso en esto cuando veo a Hipólito, el jardinero del Hogar Marín,
donde soy Capellán, manejando con soltura la bordeadroa, para cortar el pasto en
el borde de los canteros, y lo comparo con lo que yo soy capaz de hacer con el
mismo instrumento...
En realidad, son continuas y numerosas las ocasiones que nos permiten
constatar que no bastan los mejores instrumentos, si no los sabemos manejar con
habilidad. Me admiro cuando lo veo a Raúl, encargado en el Hogar de "arreglar
todo". Con la misma facilidad y calidad se ocupa de trabajos de carpintería,
electricidad, plomería, albañilería, y cualquier otra disciplina manual que se
le ponga por delante (conviene tener presente que Raúl es sordomudo, y eso no le
impide tener una habilidad que ninguno de nosotros tendría en los terrenos en
los que él se mueve con tanta facilidad...). Lo mismo pienso cuando Ada maneja
el órgano de la Iglesia, y me maravillo que obtenga sonidos armoniosos de un
instrumento del que yo no sacaría más que "ruidos". Por último, sirva también
como ejemplo de mi admiración el de las señoras que en el Hogar van de aquí para
allá con los carritos en los que llevan las bateas con la ropa que va a la
lavandería, manejándolos por los pasillos con más habilidad que un corredor
profesional sobre un Fórmula 1...
Por otra parte, viendo a algunos ancianos en el Hogar moviéndose con
soltura y comodidad, a pesar de sus limitaciones, gracias al uso de bastones, o
trípodes, o sillas de rueda, o andadores, me maravillo de todo lo que se puede
hacer con las herramientas adecuadas, utilizadas con ciencia y
sabiduría...
Ahora bien, también nuestro cuerpo ha sido dotado por Dios de herramientas
muy buenas, que tienen como finalidad servirnos para hacer el bien, y que tantas
veces deshonramos utilizándolos para hacer el mal. De esa naturaleza son las
manos, los pies, los ojos, y el corazón. Por esta razón Jesús nos da
instrucciones precisas sobre el uso que se ha de dar a los instrumentos o
herramientas con los que nos ha dotado...
2. JESÚS NOS LLAMA A PONER LA MIRADA EN LA META, Y A QUITAR
DEL CAMINO LOS OBSTÁCULOS... Nuestra vida consiste esencialmente en una
vocación, porque parte de un llamado de Dios. Pero como llamado que es, requiere
una respuesta, y ella está en nuestras manos. Nos llama a la Vida eterna, y para
responder adecuadamente, lo primero que hace falta es poner la mirada en la
meta. Aunque resulte esencial vivir con los pies sobre la tierra, hay que mirar
al Cielo si en algún momento pretendemos alcanzarlo...
Puesta la mirada en la meta, se nos hace más claro el camino. siempre será
el mismo, que Jesús nos muestra con el testimonio de su propia vida. a la meta a
la que Dios nos llama sólo se llega por el camino del amor y de la entrega,
a Dios y a nuestros hermanos. Y para eso son útiles herramientas todo lo que
Dios nos ha dado. Nuestros ojos, nuestras manos, nuestros pies, nuestra
inteligencia, nuestro corazón, son todos instrumentos del amor para el que Dios
nos ha llamado...
Por eso Jesús nos advierte con dureza que, si no nos sirven para eso, sino
que se hacen herramientas del pecado, que nos alejan de Dios y de nuestros
hermanos, más nos vale desprendernos de ellos, y llegar al Cielo, que
conservarlos, pero sólo para la condenación y la frustración eterna, como
consecuencia de habernos negado a seguir el camino por el que Dios nos ha
llamado...
Esto me ha llevado en estos días a pensar también en todos los
instrumentos, que en sí son indiferentes, ni buenos ni malos, pero que, mal
utilizados, pueden hacer mucho daño. Pienso en el micrófono que tienen algunos
periodistas, o en la pluma con la que escriben, como instrumento utilizado sólo
superficialmente o para el escándalo. Hasta hoy, por ejemplo, estaban todos
pendientes de una palabra que les llenara las primeras planas, ya fuera con una
abdicación del Papa o con el nombramiento de nuevos "cardenales argentinos".
Como no se les dio, seguramente ya abandonarán el tema, sin interesarles más lo
que pasa con este gran hombre, cuyo servicio no ha cesado (les confieso que me
han llamado de alguna radio en estos días pidiéndome que "salga al aire" para
aclarar lo que querían preguntarme sobre la elección del Papa, y me he negado,
porque no he visto en ello ningún interés por saber, sino sólo por saciar una
morbosa curiosidad, nada piadosa, y para nada interesada del camino de la
Iglesia y de su servicio a la humanidad)...
Lo mismo podría pensarse, tal vez, de herramientas como el voto o el poder
que los votos dan, que podrían ponerse al servicio de los ciudadanos, finalidad
para la que se han implementado, y en cambio se utilizan muchas veces para la
ventaja propia, el fraude o el negocio oculto, sin más servicio que al propio
egoísmo y fascinación...
Alguno podría pensar que si, haciendo caso a Jesús, nos desprendiéramos de
todas las partes de nuestro cuerpo o de las herramientas que usamos para el mal,
más que para el bien, terminaríamos todos muy mutilados. sin embargo, teniendo
en cuenta, como ya hemos dicho alguna otra vez, que hay que poner el remedio
donde está la enfermedad, la advertencia de Jesús nos debería para poner en
cuarentena, bajo observación y bajo sospecha nuestro corazón, ya que es desde
allí desde donde nacen nuestras malas intenciones y nuestros pecados, que
después se concretan con las manos, los ojos los pies o las herramientas con las
que ponemos en marcha nuestro egoísmo...
3. HAY QUE UTILIZAR TODO PARA EL SERVICIO DE DIOS Y DE LOS
HERMANOS... En resumen, la advertencia de Jesús nos llama a estar atentos, para
utilizar todo lo que Él nos ha dado, para la precisa finalidad para la que nos
ha sido dado: para el servicio de Dios y de los hermanos...
Por eso me parece de gran actualidad tener en cuenta el impresionante
testimonio que nos da hoy el Papa, viviendo hasta las últimas consecuencias su
servicio al Evangelio, que nos predica con su palabra y con su propio ejemplo.
Él está verdaderamente decidido a poner todo lo que ha recibido de Dios al
servicio de su misión. Es verdad que las piernas ya le responden poco, y la voz
le tiembla, y los gestos de la cara se le han puesto duros, y hasta los
intestinos le juegan de vez en cuando una mala pasada, como el miércoles pasado
(¿y a quién no...?). Pero eso no parece impedirle seguir entregando con toda la
lucidez que hoy tiene todo lo que Dios ha puesto en sus manos para el servicio
al que Él mismo lo ha llamado (la foto de al lado es del jueves, al día
siguiente de su "mal intestinal", mientras los periodistas no dejaban de
especular una abdicación de la que seguramente les importa cuánto espacio les
permitirá dedicarle en los diarios o en las radios)...
Por eso, en este tiempo de especulaciones mezquinas, creo que lo que nos
toca es rezar para que Dios siga sosteniendo a Juan Pablo II fiel a su misión
por todo el tiempo que Él quiera, sin necesidad de tener en nuestras manos los
tiempos que Él maneja. Y también por supuesto, dedicarnos también nosotros a
utilizar todo lo que Dios nos ha dado, para su servicio y el de nuestros
hermanos, removiendo todo lo que se oponga como un obstáculo...
Un abrazo y mis oraciones.
Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge: