Sólo falta
nuestra
respuesta...
Queridos amigos:
Esta fue mi predicación de hoy, Domingo 8 de diciembre de 2002, Solemnidad
de la Inmaculada Concepción de María, en el Hogar Marín, en la Misa en que las
Hermanitas de los Pobres, como todos los años en la misma fecha, renuevan sus
votos de pobreza, castidad, obediencia y hospitalidad. Me apoyé en las
siguientes frases de las lecturas bíblicas de hoy:
- El Señor dijo a la serpiente: "... Pondré enemistad entre ti y la mujer,
entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el
talón" (Génesis 3, 14-15).
- Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha
bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos
ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e
irreprochables en su presencia, por el amor (Efesios 1, 3-4).
- El nombre de la virgen era María. El Angel entró en su casa y la saludó,
diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está
contigo». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se
cumpla en mí lo que has dicho».Y el Angel se alejó (Lucas 1, 27-28 y
38).
1.
PARA CAMINAR EN TINIEBLAS NECESITAMOS QUE NOS GUÍE UNA GRAN LUZ... Los mineros,
por ejemplo, en Colombia como en Chile (la referencia vale porque la mayoría de
las Hermanitas en el Hogar Marín son chilenas o colombianas), como en cualquier
otro lugar del mundo, para caminar dentro de las minas, necesitan una luz que se
ponen en el casco, para tener siempre la luz en la dirección en la que
miran...
Esto mismo nos habla de la urgencia de una luz que brille con claridad
mostrándonos el camino, en tiempos como los que nos tocan vivir, llenos de
tinieblas, no sólo en nuestra tierra sino en el mundo entero.
Todos sabemos que Jesús es la luz resplandeciente que necesitamos, y a la
que esperamos activamente una vez más, en este tiempo en el que preparamos la
Navidad. Pero Jesús, Dios hecho hombre, que quiso nacer, vivir, morir y
resucitar entre nosotros para salvarnos, siendo la luz plena, quiso
anticipar su presencia con una Aurora que nos anticipaba el Sol naciente. Por
eso quiso nacer de mujer y, siendo Dios, eligió su Madre desde toda la eternidad
en María, preservándola de las huellas que en todos nosotros ha
dejado pecado original, llamado así por ser el pecado que cometieron
los primeros hombres en el origen (de esto nos habla toda la primera lectura de
hoy, de la que he seleccionado la frase que nos muestra a la mujer que está por
encima de la descendencia del pecado...).
2.
MARÍA, INMACULADA DESDE EL PRIMER INSTANTE DE SU CONCEPCIÓN... Quiere decir que
María, porque así lo quiso y así lo hizo Dios, fue preservada de la huella del
pecado original, y nacida sin pecado, de tal modo respondió siempre y en todo
con fidelidad a Dios, que conservó para siempre su integridad.
Las Hermanitas de los Pobres, en todo el mundo, eligen esta fecha para
renovar la consagración que de un día para siempre hicieron a Dios, porque María
les sirve de modelo y les muestra el camino para ser fieles a Dios. Ellas
renuevan hoy cuatro votos, que nos hablan a todos nosotros de lo que cada uno
puede hacer en su respuesta a Dios.
Ellas eligieron, y hoy renuevan el voto de pobreza, y con eso nos muestran
que nada hay para ellas que pueda estar por encima de Dios. Ellas eligieron, y
hoy renuevan el voto de castidad, con la que nos muestran que se entregan
del todo y enteramente sólo a Dios. Ellas eligieron, y hoy renuevan el voto
obediencia, que pone remedio a la soberbia que puede llevarnos a creer que
siempre tenemos razón. Eligen la obediencia, y con eso nos muestran que quieren
obedecer siempre y en todo a Dios. Ellas eligieron, y hoy renuevan también hoy,
el voto propio y característico de su Congregación, el voto de hospitalidad. Y
en esto también aprenden de María, que aceptando el anuncio del Angel, engendró,
como dice San Agustín, a Jesús en su seno, porque primero le había abierto su
corazón, y lo había hospedado allí. Las Hermanitas, siguiendo la inspiración de
su fundadora, quieren recibirlo a Jesús que se acerca a ellas en los ancianos
pobres, y en todos los que se acercan en sus casas, y por eso renuevan este voto
de hospitalidad, decididas a recibirlo siempre y de la mejor manera en su
corazones y en sus casas a estos enviados de Dios...
3.
ELEGIDOS POR DIOS, SÓLO FALTA NUESTRA RESPUESTA DE AMOR... Ni en María, ni en
nosotros, ni en las Hermanitas, la fidelidad está garantizada de manera
automática. Por eso, aunque ellas han hecho estos votos de una vez para siempre,
en este día vuelven a elegir de manera solemne, como necesitan hacerlo cada día
en el silencio de la oración su consagración. Y lo hacen en cualquier lugar del
mundo por donde tienen sus casas.
Estas dos Hermanitas africanas, que el año pasado conocí en la Casa Madre
de las Hermanitas en Francia, hoy estarán como nuestras queridas Hermanitas de
nuestra Casa, renovando su consagración. Y con ellas, también cada uno de
nosotros podemos darnos cuenta que hemos sido elegidos, como ellas, y como
María, por el amor de Dios. Sólo falta cada día, con perseverancia, nuestra
respuesta, también una respuesta de amor...
Un abrazo y mis oraciones.
Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge: