Esta fue mi predicación de hoy, 29 de abril de
2012, Domingo IV
de Pascua del Ciclo Litúrgico B, en el Hogar Marín:
I.- Vídeo,
en
Youtube y
en
Facebook
II.- Versión escrita
III.- Lecturas bíblicas de la Misa
1. HOY LOS CORDEROS LOS VEMOS SÓLO EN LA
PARRILLA,
AUNQUE TODAVÍA SABEMOS BIEN QUÉ HACE UN PASTOR... Los que vivimos
en las grandes ciudades ya no tenemos oportunidad de ver ovejas o
corderos por las calles. Los corderos, en todo caso, sólo tenemos
la oportunidad de verlos sobre la parrilla, si nos llegan a
invitar a algún asado en el que sean el plato principal. Pero
aunque estos animales ya no pertenecen a nuestro paisaje
cotidiano, todos sabemos cuál es la tarea de un pastor. Yo creo
que se debe a que, a pesar de que nuestra mayor semejanza con Dios
es nuestra libertad y consecuentemente cada uno de nosotros es el
artífice de su destino, todos tenemos también una profunda
necesidad de ser guiados en las cosas fundamentales de nuestra
vida, como las ovejas son guiadas por un Pastor...
Esto no se refiere, por cierto,
principalmente al campo político, sobre todo en la Argentina,
donde ya es tiempo de superar ese modo primitivo de
organizarnos, por el que en el pasado tuvimos una persistente
preferencia de confiarnos en el caudillo de turno, creyendo que
bastaba su carisma para conducir y organizar toda una nación. Ya
es tiempo de crecer en nuestro sentido democrático, para lo cual
hace falta ser críticos y exigentes con nuestros dirigentes,
exigiéndoles que rindan cuentas de manera transparente de lo que
hacen con el mandato que han recibido (no hay que olvidar que el
voto es un mandato que los ciudadanos dan al que eligen; los
elegidos, por lo tanto, son mandatarios que están obligados por
un contrato de justicia, que deben cumplir bajo pena de ser
demandados; pero el voto es también un modo de evaluación que
los ciudadanos tienen en sus manos, que permite manifestar su
acuerdo su desacuerdo con lo que hacen sus gobernantes)...
Sin embargo, ciertamente necesitamos
quien nos guíe cuando se trata de caminar hacia nuestra meta
eterna, cuando se trata de alcanzar nuestra aspiración más
profunda, que es el Cielo, y que se encuentra más allá de
nuestras posibilidades humanas. Es más, no sólo necesitamos de
la mano firme del pastor, sino también de la mano tierna de
"pastoras", que con su espíritu maternal sepan cuidar de
nuestros deseos más profundos, deseos de eternidad que el mismo
Dios ha sembrado en nosotros. Es cierto que nuestra naturaleza
corporal es necesariamente mortal. Pero Dios ha sembrado en lo
más profundo de nuestro corazón verdaderas y legítimas ansias y
aspiraciones de eternidad, que estamos llamados a cultivar y
hacer fructificar, con la ayuda de hombres y mujeres llenos de
amor pastoral...
2. JESÚS ES EL
BUEN
PASTOR, QUE SE ENTREGÓ EN LA CRUZ PARA DARNOS LA VIDA ETERNA...
Jesús se presenta como el Buen Pastor, y nos lo dice con toda
claridad. El viene de Dios, para llevarnos a Dios. Él es quien
verdaderamente nos puede guiar en esta marcha hacia los pastos
eternos donde Dios nos llama a descansar, en el Cielo. Desde la
Cruz y con su Resurrección, Jesús nos ha hecho verdaderamente
hijos de Dios, como nos recuerda
San
Juan en la primera de sus cartas que hoy hemos proclamado, y
como Buen Pastor quiere conducirnos a la Casa de Su Padre y
nuestro Padre...
Por eso la mirada de Jesús, Buen Pastor, no se
queda anclada en las circunstancias pasajeras de nuestra vida
cotidiana, sino que se fija en el horizonte, donde se encuentran
el Cielo y la tierra. Todavía no se ha manifestado todo lo que
significa que seamos hijos de Dios, pero cuando se manifieste,
seremos semejantes a Él y lo veremos tal cual es, nos dice
San
Juan. Jesús se hizo semejante a nosotros, asumiendo
nuestra condición mortal. Pero no lo hizo para que todo
terminara con Él en la tumba. Jesús resucitó, y abrió para
nosotros las puertas de la Vida eterna, en la que, gracias a la
resurrección, seremos semejantes a Él, seremos tal como Él es
ahora, porque resucitó...
No existe bajo el cielo otro Nombre
dado a los
hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación, que el
Nombre de Jesús, nos recuerda
San
Pedro con su predicación. Pero además, esta salvación no
es un regalo destinado sólo a algunos, sino que Dios la ha
querido ofrecer a todos. Por eso Jesús recuerda a los Apóstoles,
y a nosotros, que hay "otras ovejas", a las que Él también tiene
que conducir. Su Palabra salvadora que nos llama a participar de
la Vida eterna tiene que ser anunciada y ofrecida a todos los
hombres de todos los tiempos. Y para eso Jesús llama a muchos a
participar en su condición de Pastor...
3. JESÚS LLAMA HOY A LOS/AS JÓVENES A PARTICIPAR
EN
LA TAREA DEL BUEN PASTOR... Jesús llama a muchos y a muchas
jóvenes a participar de una tarea, que consiste, como la del
Pastor, en acercar a los hijos de Dios los alimentos que los
fortalecen en su marcha hacia la Vida eterna. Esta tarea la
realizan los sacerdotes, con la predicación, la celebración de los
Sacramentos y la conducción de las comunidades eclesiales. Pero
también la realizan los hombres y mujeres que son llamados a la
vida consagrada en los institutos religiosos, entre ellos las
Hermanitas
de los Pobres (de las que soy Capellán en el Hogar Marín),
atendiendo sus Hogares de Ancianos...
Entrando a los Hogares de las Hermanitas, ya
desde la puerta
alguno podría pensar que su principal tarea consiste en mantener
siempre impecables, como de hecho lo hacen, cada una de sus
Casas. Sin embargo, en la vocación de las Hermanitas es aún
mucho más importante mantener alimentados a los ancianos pobres
que reciben en sus Casas y a todos los que vivimos en ellas.
Pero ni siquiera esto es todo. Ellas dedican toda su vida a
llenar de alegría los últimos años de la vida de los ancianos
que residen en sus Hogares, que llegan golpeados por muchos
sinsabores que han tenido que probar, para que encuentren un
camino firme y seguro hacia la Vida eterna ...
Todos somos llamados por el Bautismo a una vida de servicio a los
demás en el amor, y esta vocación se especifica para cada uno de
un modo especial, como por ejemplo con el servicio del amor mutuo
en la vocación matrimonial. Pero el Señor se reserva algunos para
quienes lo central de su vocación consiste en
la
contemplación
de las cosas divinas y la unión asidua con Dios en la oración
(cf. canon 663 § 1 del Código de Derecho Canónico). Así las
Hermanitas de los Pobres, siguiendo las inspiraciones de su
fundadora, la Beata Juana Jugan, hacen de su vida un servicio
continuo a los ancianos, que se alimenta cotidianamente el amor
que reciben de Dios y dan en la oración...
Dios sigue llamando hoy a
muchos jóvenes a todas las
vocaciones de especial consagración dentro de la Iglesia. Y llama
con su amor, para que se responda también con amor, nos recuerda
Benedicto XVI en su
Mensaje
para
la 49° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Se
trata de un amor sin reservas que nos precede, nos sostiene y nos
llama durante el camino de la vida y tiene su raíz en la absoluta
gratuidad de Dios, nos dice el Papa. durante todo ese camino,
entonces, será necesaria
la respuesta humana.
También hoy
llama a las jóvenes, incluso en Argentina, que pueden encontrar su
camino de entrega a Dios y de servicio a Jesús en el rostro de los
ancianos pobres en la Congregación de las
Hermanitas
de los Pobres. Por eso es que, confiados en Dios, hoy
rezamos todos en la Iglesia para que los que son llamados escuchen
esa voz de Dios, y encuentren la alegría de responder con
generosidad a la inmensa generosidad de Dios que los llama...