Llamados a la locura...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 19 de marzo de 2006, Domingo III de Cuaresma del Ciclo Litúrgico B, en el Hogar Marín:

Sonriente1. EL TEMPLO DE DIOS ES TODA LA CREACIÓN, Y SU LUGAR ELEGIDO NUESTROS CORAZONES... Días como el de hoy, propios del otoño, con la temperatura fresca de la mañana y el sol resplandeciente del mediodía, lo hacen especialmente evidente. Es la estación del año en la que toda la naturaleza comienza a calmarse, preparándose para juntar fuerzas durante todo el invierno y volver a explotar llena de vida en la primavera. Y en este tiempo Dios se deja ver de una manera excepcionalmente transparente a través de la naturaleza, llena de signos de su presencia...

De todos modos, con lo grande que sea toda la creación, signo siempre visible de la grandeza de Dios y Templo en el que Él se encuentra a sus anchas, no tenemos que perder de vista el lugar que Dios se ha elegido, donde le gusta estar con especial preferencia. Ese lugar es cada uno de nuestros corazones, así como en el de todos y cada uno de los corazones humanos, porque allí es donde puede ser recibido con amor y gratitud...
 
Corazón latienteSin embargo, es posible que queramos negarle a Dios la entrada en nuestros corazones. Además, también es posible que queramos echarlo hasta de la misma creación, cerrándola a su grandeza y misericordia. El drama de nuestro tiempo consiste, precisamente, en que se intenta echarlo a Dios de su casa: de la creación, de la sociedad y de los corazones. Se lo quiere echar de la creación, cuando se pretende que la ciencia tenga el derecho de hacer todo lo que puede, sin límites que le vengan desde afuera. Así hoy la ciencia puede fabricar bombas que destruyen la vida y siembran la muerte casi sin límites. También puede manipular la vida haciendo de los laboratorios los nuevos campos de la muerte. También se lo quiere echar a Dios de la sociedad, cuando mencionarlo o recordar su presencia a veces constituye un delito mayor. Y todo esto sucede hoy, porque previamente se lo ha echado a Dios de muchos corazones. Por eso, si es comprensible la vehemencia de Jesús, cuando se encuentra que han transformado el Templo de Jerusalén en una casa de comercio, ¿qué se podrá pensar hoy cuando, se suceden las cosas que hemos descripto, cosas que verdaderamente suceden?...
 
Vale la pena preguntarse si es posible otra manera de organizar el mundo, que desde sus comienzos ha conocido la violencia de los que han querido desentenderse de Dios, la violencia de los que han querido y quieren hoy imponerse a los demás y dominarlos con el poder, ganándoselos con dádivas engañosas o con palos. ¿Tendrá que estar siempre la humanidad a merced de los caprichos de los que usan el poder, cuya finalidad es el servicio, para sus apetencias personales?...

Embarazada2. PARA MANTENER EN PAZ LA CASA DE DIOS, BASTA CON CUMPLIR LOS MANDAMIENTOS... Se trata de esos mandamientos que están presentes en las tablas de la ley que Moisés recibe de Dios, y que hoy nos presenta el libro del Éxodo en su versión más completa, y más larga que la versión breve que habitualmente recordamos después de haberla aprendido en el primer Catecismo. Son esos mismos mandamientos, por otra parte, que además están inscriptos a fuego en todos nuestros corazones y en los de todos los hombres...
 
AncianoDándole a Dios su lugar, sin tomar su nombre en vano, nadie podrá arrogarse el derecho de agredir a los demás abusando del poder, nadie podrá pretender haber sido constituido en el Mesías de su pueblo o de la humanidad entera, o de la democracia...

Dándole a Dios su lugar, inmediatamente asumiremos la necesidad de no matar y de no robar. De esta manera, nadie podrá atentar impunemente contra la vida de los demás, y la sociedad entera se verá comprometida en la defensa de la vida desde el primer instante de su concepción hasta el último momento, en cada una de las personas que reciben de Dios este don (una constatación: hoy que la ciencia ha avanzado tanto, cuando se echa a Dios de su ámbito, algunas de sus especialidades consisten en eliminar la vida que comienza o que termina)...

ViolenciaEn la simple decisión coherente de darle a Dios su lugar, naufragarán también todos los intentos de alterar el orden de la sociedad con las prepotencias de los piquetes, sobretodo los más violentos, que pretenden torcer la voluntad de todos al servicio de los intereses de algunos, o las prepotencias del poder que se independiza de las leyes para construir su propio y mezquino interés...
 
No olvidemos que la paz en nuestra casa, en nuestra familia, en nuestro barrio y en nuestra patria va por los mismos caminos y se construye de la misma manera. Simplemente cumpliendo los mandamientos, no sólo Dios tendrá en nuestros corazones un lugar de paz, sino que también encontrarán en ellos su lugar todos los que nos rodean y tienen derecho a esperar algo de nosotros, y por eso llamamos "prójimos". Y ojo, que no sólo se mata con las armas, también se puede matar con la mirada, con la palabra, con la indiferencia. Y no sólo se roba cuando se asaltan bancos o grandes empresas en busca de lo ajeno. También se lo hace cuando, del modo que sea, nos quedamos con cualquier cosa, ya sea material o espiritual, a la que otros tienen derecho. Y no sólo se miente cuando se dicen mentiras con maquinaciones que se manejan desde grandes operativos de prensa, sino también cuando nos quedamos con alguna verdad que otros necesitan pero que no estamos dispuestos a compartir. En todo caso, para mantener la paz en la casa de Dios, es decir, en toda la creación y especialmente en nuestros corazones, basta con cumplir los mandamientos...

Cruz3. FUIMOS LLAMADOS A LA LOCURA DE LA CRUZ, MÁS EFICAZ QUE CUALQUIER VIOLENCIA... Algunos piden milagros, nos dice San Pablo. Seguramente serán los que en su tiempo, igual que ahora, esperan que Dios se haga cargo de lo que no funciona bien, o al menos no funciona como ellos quieren. Otros buscan la sabiduría, sigue diciéndonos San Pablo. Podemos interpretar que se refiere a los que en su tiempo, como también hoy, piensan que la ciencia alcanza para solucionarlo todo...

Cruz y CieloNosotros, en cambio,  nos recuerda finalmente San Pablo, sabemos que la fuerza y la sabiduría con la que se construye el mundo por los caminos de Dios viene de Jesús crucificado. Para algunos esto sonará a escándalo, para otros parecerá una locura, y para otros parecerá simple cobardía. Sin embargo, la Cruz es la fuerza y la sabiduría de Dios, a la que hemos sido llamados. La locura de Dios, nos dice San Pablo, es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios (la debilidad de la Cruz) es más fuerte que la fortaleza de los hombres...

Tengamos en cuenta que Jesús no terminó muerto en la Cruz. De allí a la Resurrección no tuvo más que un paso. La Cruz, aceptada como el camino de salvación que Dios pone en nuestras manos, y ofrecida en el cumplimiento audaz y feliz de los mandamientos, nos da una Paz que ninguna violencia o prepotencia podrá nunca dar a nadie: nos da el Cielo, al que Dios nos ha llamado y que Él mismo pone al alcance de nuestras manos...


Lecturas bíblicas del Domingo III de Cuaresma del Ciclo B:

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Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
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