Esta fue mi predicación de hoy, 28 de mayo de 2006,
Domingo
de la Ascensión del Señor del Ciclo Litúrgico B, en el Hogar
Marín:
1. SI SÓLO USAMOS LOS DIARIOS,
LA RADIO Y LA TV, ES DIFÍCIL ENCONTRAR BUENAS NOTICIAS... Todos
queremos estar informados. Por eso nos gusta leer los diarios,
especialmente si tenemos un tiempo tranquilo para hacerlo (ya sea en su
versión tradicional en papel o, utilizando las nuevas herramientas, a
través de Internet, que nos permite acceder a varios distintos en poco
rato, sin las barreras del costo y la distancia)...
También es posible que nos guste
escuchar la radio (algunas emisoras se dedican especialmente a las
noticias, a toda hora del día) o mirar la Televisión (donde también hay
algunas emisoras que se dedican exclusivamente a las noticias, y otras
que tienen noticieros periódicos)...
De todos modos, todo esto no alcanza para estar bien informados. Es
difícil que en los medios de comunicación se den espacios para las
"buenas noticias", ya que su preocupación central de estos medios
informativos parece ser "facturar" a los clientes que ponen las
propagandas, y eso parece más fácil hacerlo captando la atención con
escándalos y otras cosas llamativas. Parecen estar siempre despiertos
para hacer de la desgracia o de los problemas una noticia, sin prestar
atención a lo que sucede de bueno...
Sirva como ejemplo el puente
que une la ciudad de Gualeguaychú (en Argentina) con Fray Bentos (en
Uruguay). Un puente que ha servido de comunicación entre dos pueblos
hermanos, y a través del cual seguramente ha habido mucho intercambio,
se han construido amistades, y quizás también familias, entre un
uruguayo y una argentina o una uruguaya y un argentino. Sin embargo,
ese puente sólo "fue noticia" cuando se lo interrumpió para llamar la
atención sobre el problema nacido por la fabricación de dos fábricas
para producir pasta de papel...
Parecería que no despiertan atracción los esfuerzos, las cosas buenas y
los frutos silenciosos que muchos logran hacer todos los días a lo
largo del mundo, como seguramente también a través de ese puente.
Quizás muchos médicos que han pasado por él para atender pacientes "del
otro lado", y seguramente también se han realizado por allí una
cantidad de intercambios fraternos con los que desde tiempo inmemorial
se construye en la zona la fraternidad de dos pueblos vecinos. Todas
esas cosas no aparecen habitualmente en los medios de comunicación,
pero forman parte de la realidad, es más, la parte más importante...
Quiere decir que para estar bien informados no basta estar atentos
a los medios de comunicación social. Allí nos aparecerá casi siempre
una realidad cercenada, ya que parece tener cabida en ellos sólo el
lado malo de las cosas. Tampoco aparecen en los medios, al menos de
modo habitual, las noticias que tiene Dios para darnos, y que son muy
buenas. Hoy la Solemnidad de la Ascensión, que con júbilo celebramos,
nos trae de parte de Dios una noticia que no podemos dejar pasar...
Nosotros estamos llamados a transitar por ese puente de la misma forma
que nos enseñó Jesús, siempre fieles en el amor. Bastará que nos
animemos, en primer lugar, a vivir de manera coherente nuestra vida,
siempre apuntando hacia el Cielo. Y también, como consecuencia, que nos
animemos a pregonar, no sólo con las palabras sino especialmente con lo
que hacemos, las buenas noticias que genera el amor al que nos llama
Jesús. Sin duda, nosotros tenemos buenas noticias para anunciar, y la
mejor de todas es que el amor al que Jesús nos llama nos hace transitar
un puente que nos lleva al Cielo...