Hechos más
que
palabras...
Queridos amigos:
Esta es mi predicación del 29 de septiembre de 2002, Domingo XXVI del
Tiempo Ordinario, en el Hogar Marín y en la Parroquia Santo Domingo de Guzmán.
Me basé en estas frases de la Escritura:
- Cuando el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por
el mal que ha cometido. Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido,
para practicar el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida (Ezequiel
18, 26-27).
- Les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo buen
unidos... Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino
también el de los demás. Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús
(Filipenses 2. 2. 4-5).
- Dijo Jesús: «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al
primero, le dijo: "Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña". El
respondió: "No quiero". Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al
segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: "Voy, Señor", pero no fue.
¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?»... Jesús les dijo: «Les
aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al
Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y
no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron
en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido
ni han creído en él (Mateo 21, 28-32).
1.
PASA EN LAS MEJORES FAMILIAS, Y TAMBIÉN EN LA ARGENTINA... Jesús no tiene que
inventar nada a la hora de enseñarnos a través de las parábolas. Le basta con
mirar lo que pasa en la vida de todos los días, y tomar de allí los ejemplos que
nos ayudan a comprender la simplicidad y la contundencia de sus palabras.
Cuando toca obedecer, siempre hay algunos que tienen la palabra fácil y
dicen enseguida que sí, pero a la hora de concretar los hechos se quedan
sentados como si las cosas que hay que hacer no tuvieran nada que ver con ellos
(mirar el dibujo de la derecha...). En cambio hay otros que protestan, o que
dicen que no, o ponen mala cara, pero tarde o temprano se arrepienten de su
primera reacción y, tomando las herramientas, ponen mano a la obra y hacen lo
que tienen que hacer (mirar el dibujo de la izquierda)...
Eso, que sucede en las mejores familias, también pasa en nuestra patria,
Argentina, en la que muchos se llenan la boca de palabras, pero a la hora de
hacer lo que la urgencia de los tiempos amargos que vivimos nos reclaman, miran
para otro lado, o se quedan sentados, sólo dicen cosas y no hacen nada, como si
nadie tuviera derecho a reclamarles a ellos coherencia entre sus palabras y
su vida. Otros, en cambio, protestan, pero a la hora de poner el hombro, son los
que cargan cada día, quizás de manera desmedida, con el peso de la crisis
que a todos nos embarga.
No cabe duda que esta hora tiene un reclamo y una obligación para cada uno
de nosotros, que viene de Dios. Y también está claro, con la parábola con la que
Jesús nos enseña hoy, que:
2.
LA OBEDIENCIA CONSISTE EN HACER, MÁS QUE EN DECIR... A Dios, que espera
pacientemente nuestra respuesta coherente,hoy hay que responderle con hechos,
más que con palabras, para que lo nuestro sea obediencia al reclamo que esta
hora nos plantea, y no sólo palabras...
Los Obispos argentinos, que estuvieron reunidos desde el miércoles
a
la tarde hasta el sábado tratando de vislumbrar lo que esta hora a ellos mismos
les exige, sin miedo a la verdad aunque sí a su dureza de corazón, nos dicen
que a ellos, como seguramente a todos nosotros, les duele la Argentina, que
en vez
de ser una casa común a construir con el esfuerzo de todos, se ha convertido
en
una presa de rapiña para algunos (aquí puede verse la declaración de
los Obispos, con el título "
La Nación que queremos", del 28 de septiembre de
2002).
Es la obediencia realizada en hechos, y no las declamaciones, lo que nos
llevará al Cielo. Jesús nos dice que las prostitutas y los publicanos (es decir,
los que recaudaban fraudulentamente los impuestos para pagar a la potencia
extranjera que los dominaba, los romanos [cualquier semejanza con el FMI o
cualquier otro organismo internacional, público o privado, es mera semejanza o
pura casualidad...]) precederán a los creyentes que dicen que sí a Dios pero no
hacen lo que dicen... Está claro que no será por sus pecados, sino por darse
cuenta de ellos, arrepentirse y estar dispuesto a cambiar, para hacer las cosas
bien, es decir, como Dios manda, que se les abrirán las puertas de los
Cielos.
3.
LA CASA COMÚN SE CONSTRUYE CON EL ESFUERZO DE TODOS...
Nosotros, que sufrimos con cierta impotencia y quizás hasta con cierta
bronca la decadencia en la que nos encontramos, podríamos lamentarnos y
despotricar hoy por la corrupción y la mentira que nos han llevado a donde
estamos. Pero también podríamos intentar pasar de las palabras a los hechos. Y
eso nos llevaría a asumir en nuestra vida cotidiana, nos dicen los
Obispos, un sentido comprometido de la justicia, un respeto claro por la ley y
una fidelidad inquebrantable a la palabra dada.
También podríamos alarmarnos, y hasta lamentarnos y quejarnos por la
fragmentación social, que nos acerca peligrosamente a la anarquía y a la ley de
la selva, en la que la convivencia se convierta en una lucha de todos contra
todos. Pero también podríamos pasar a los hechos, dándonos cuenta que en todos
los lugares donde nos movemos nosotros podemos promover, nos dicen nuestros
Obispos, la reconciliación, el diálogo y la amistad social.
Lo que suceda en nuestra patria será, como hasta hoy, el resultado de lo
que todos hacemos. Para que suceda algo distinto, hay una parte que está en
nuestras manos, y es lo que a nosotros nos toca hacer. Como creyentes,
nosotros sabemos que a Dios se responde no con palabras sino con
hechos...
Un abrazo y mis oraciones.
Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge: