Para vencer las tinieblas de la tierra...
Queridos amigos:
Aquí va mi predicación de la Navidad de 2001. Me basé en estas frases de
las lecturas bíblicas de la Misa del día:
- ¡Qué hermosos son sobre las montañas los pasos del que trae la
buena noticia, del que proclama la paz, del que anuncia la felicidad, del
que proclama la salvación! (Isaías 52, 7).
- Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de
los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este
tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo (Hebreos 1, 1).
- Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a
Dios, y la Palabra era Dios (Juan 1, 1).
- En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla
en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron (Juan 1, 4-5).
- Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron (Juan 1, 11).
- Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1,
14).
1.
LA NOCHEBUENA ES UNA "NOCHE MÁGICA", NO SÓLO POR LA SIDRA Y EL PAN DULCE...
Después se hace de día, y algunos tienen dolores de cabeza, por los excesos
líquidos o sólidos... De todos modos está claro, no alcanza con la magia de una
noche. Nada cambia, si sólo cambia lo que comemos, bebemos y decimos. La magia
siempre se acaba, y la realidad vuelve, en el mismo lugar y del mismo modo en
que la dejamos...
Valga como ejemplo de que la magia de una noche no alcanza, esta historia
real de la Navidad de 1914. Ya había empezado la primera guerra mundial, y
habían muerto como 800.000 personas. Dos trincheras enfrentadas, de alemanes y
de ingleses, habían sido lugar de lucha durante el día 24 de diciembre. A la
noche, un soldado inglés comenzó a oír que desde la trinchera alemana se cantaba
algo así como un villancico, en alemán. Se animó, y comenzó a cantar un
villancico en inglés. Se le acercaron dos o tres, y cantaron más fuerte. Al
rato, de nuevo desde la trinchera alemana, otro villancico en alemán, y así
durante un rato alternándose. Alguien se animó y levantó un papel blanco en el
que había escrito "Feliz Navidad" en inglés. Del otro lado, alguien hizo lo
mismo, escribiendo "Feliz Navidad" en alemán. Después un soldado inglés se
animó, y avanzó, por el piso, con una lata de sardinas, que era todo lo que
tenía. Un alemán avanzó con una botella de vino, y al rato, ante el desconcierto
de los oficiales de ambos bandos, soldados alemanes e ingleses celebraban juntos
esta noche mágica de la Navidad. A la mañana siguiente, obedeciendo las órdenes
de los oficiales, todos estaban disparando de nuevo, habían recomenzado la
guerra...
2. Tenemos derecho, entonces, a preguntarnos: ¿Puede un nacimiento
cambiarnos la vida? ¿Puede esta luz, que viene del Cielo, vencer las tinieblas
de la tierra? La
respuesta es que sí. San Juan nos dice cómo: La Palabra de Dios, que estaba
junto a Dios, que era Dios, y con la que se hizo todo lo que hay en el mundo,
vino a los suyos, aunque los suyos no lo recibieron. La Palabra se hizo carne, y
así nació Jesús. Él es la Palabra de Dios. HAY QUE RECIBIR A JESÚS, PARA QUE SU
LUZ DISIPE LAS TINIEBLAS.
3. Ahora un cuento, que nos muestra qué hay que hacer para recibir a Jesús.
El Angel Gabriel, cuando ya estaba por nacer Jesús, pensó que había que invitar
al menos a algunos animales para cuando éste naciera, ya que los hombres no
querían estar con él. Enseguida se supo, y los animales hicieron cola para
presentarse. Primero llegó el león, y dijo: "Yo puedo estar, porque soy el Rey
de la Selva. Además, puedo servir de mucho a Jesús, ya que si alguien quiere
atacarlo, yo lo destrozo". No, pensó el Angel, no sirve, este es DEMASIADO
VIOLENTO. Siguió el zorro, y dijo: "yo puedo estar, y puedo ser de mucha ayuda,
porque como zorro que soy, puedo ir cada noche a un gallinero y robar un pollo,
para que la Sagrada Familia tenga algo que comer". No pensó el Angel, este
es DEMASIADO LADRÓN. Siguió el Pavo Real, que dijo: "yo puedo estar, y
desplegando mis plumas puedo adornar el Pesebre, que estará más elegante
que un Palacio". No, pensó el Angel, este es DEMASIADO ORGULLOSO. Y después los
pájaros, que caían en picada y levantaban vuelo, y el Angel pensó, no, ESTOS SON
DEMASIADO RUIDOSOS. Sólo quedaban en el campo un buey y un asno. El Angel les
reguntó: "y ustedes qué pueden hacer?" Ellos dijeron: "Nosotros hemos aprendido
a no hacer nada fuera de lugar, porque si no, nos pegan y nos dejan sin pasto y
sin agua. Lo que podemos hacer es mover las colas, y con eso espantar las
moscas, para que no molesten al Niño Jesús". Estos sí, dijo el Angel, porque son
mansos y humildes.
Por eso, la Navidad, este nacimiento, puede cambiarnos la vida, y
darnos la paz, si estamos junto al pesebre. Pero allí no hay espacio para
violentos, ladrones, orgullosos, o ruidosos. EL PESEBRE NOS ENSEÑA QUE
SIEMPRE HAY NAVIDAD PARA LOS MANSOS Y LOS HUMILDES... Y hace falta ser así, para
recibir de Jesús la Paz y la luz, capaces de cambiarnos la vida y poner orden en
esta tierra...
Posdata: Las dos últimas fotos están tomadas del Pesebre viviente que
hicieron los Ancianos del Hogar Marín, con la ayuda de algunos voluntarios, ayer
a la noche, antes de la Misa de Nochebuena.
Un abrazo y mis oraciones.
Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge: