Acorralados, pero humildes y solidarios...
Queridos amigos:
Aquí va mi predicación del Domingo 13 de Enero de 2002, Solemnidad del
Bautismo de Jesús. Me apoyé en las siguientes frases de las lecturas bíblicas de
hoy:
- Este es mi Servidor, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien
se complace mi alma (Isaías 42, 1).
- No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente
(Isaías 42, 3).
- Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda Judea, comenzando por
Galilea, después del bautismo que predicaba Juan: cómo Dios ungió a Jesús
de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. El pasó haciendo
el bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio,
porque Dios estaba con él (Hechos 10, 37-38).
- Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a
Juan para ser bautizado por él Mateo 3, 13).
- Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se
abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma
y dirigirse hacia él. Y se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi
Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección» (Mateo 3,
16-17).
1.
CUANDO SE SIENTE ACORRALADO, EL ANIMAL SALVAJE ATACA PARA DEFENDERSE... Esto
puede ayudar a entender algo de lo que está pasando hoy en Argentina. Algunos se
sienten "acorralados" (en el "corralito financiero", se dice aquí), porque el
Gobierno no les deja disponer de sus ahorros depositados en un Banco. Otros hace
ya tiempo, y en forma creciente, se ven "acorralados" por la falta de trabajo y
de posibilidades, por la pobreza, que se extiende en forma endémica. Todos, unos
y otros, "acorralados" por la injusticia, la insensibilidad o la ineptitud, o
las tres cosas al mismo tiempo, de dirigentes corrompidos: es decir, que se han
echado a perder.
Cabe preguntarse: ¿Se habrán cerrado las puertas del Cielo para nosotros?
¿Es que Dios ya no será más "argentino", como nos gustaba decir en tiempos de
mayor esplendor?
2.
Jesús nos responde, en la fiesta de su Bautismo. JESÚS HA VENIDO A SALVARNOS, Y
ESA MISIÓN COMIENZA CON SU BAUTISMO... En Jesús, y en nosotros, Bautismo y
misión van de la mano.
Jesús es coherente: nació pobre en un pesebre, y nos salva sin
triunfalismos, con los pies en la tierra, llenos de barro. Sufre las
consecuencias del pecado y de la muerte, para salvarnos del pecado y de la
muerte.
"Dios estaba con Él", nos decía hoy la Palabra de Dios. Y nos lo ha traído,
para que esté con nosotros. "Pasó haciendo el bien" nos decía también. Esa es su
misión, y nuestra salvación. "Se abrieron los cielos", descendió el Espíritu
Santo y se oyó la voz de Dios Padre: "Este es mi Hijo muy querido, en quien
tengo puesta toda mi predilección". Predilección significa un amor que elige,
por encima de otros. Todo esto que pasó con Jesús el día de su Bautismo, y nos
dice lo que pasa también con nosotros cuando somos bautizados.
3. Los cielos, entonces, están abiertos, para los hijos de Dios. Con esto
ya tenemos respuesta para la pregunta con la que arrancamos. Dios está con
nosotros, también cuando nos sentimos acorralados. Él nos ofrece su Espíritu, a
raudales. Nosotros, bautizados en Jesús, participamos de su misión: pasar
haciendo el bien. Dios nos ha elegido para esto con predilección.
Eso sí: para recibir el Espíritu de Jesús, hay que tener, como Él, un
corazón humilde y solidario. Por lo tanto, mientras pedimos al cielo y a la
tierra, a Dios y a los hombres, que se haga justicia para todos los que de
diversa manera hoy se encuentran acorralados, nos toca tratar de responder a las
circunstancias de hoy, siendo nosotros mismos justos, pero además, buenos y
solidarios.
Estamos acorralados, y nuestra tentación puede ser la de responder como
animales salvajes. Animados por el Espíritu de Dios, en cambio, podemos hacerlo,
conforme a nuestra misión, como fieles cristianos. PREDILECTOS DE DIOS, SU
ESPÍRITU NOS HACE HUMILDES Y SOLIDARIOS...
Un abrazo y mis oraciones.
Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge: