Una luz que brilla en las tinieblas...
Queridos amigos:
Esta es mi predicación correspondiente al 23 de diciembre de 2001,
preparada con las lecturas del Cuarto Domingo de Adviento. Me apoyé en
las siguientes
frases de las lecturas bíblicas:
- ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi
Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven
está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de
Emanuel (Isaías 7, 13-14).
- Cuando todavía no han vivido juntos, [María] concibió un hijo por obra
del Espíritu Santo (Mateo 1, 18).
- José, su esposo, que era un hombre justo y no quería
denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto (Mateo 1, 19).
- José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque
lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo (Mateo 1,
20).
- José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a María
a su casa (Mateo 1, 24).
1.
Esta semana nuestro país parecía una hoguera encendida. Primero vivimos el
desconcierto, aunque lo que sucedía era previsible y, quizás, también
inevitable. Después vino una reacción espontánea, cacerolas en mano, que parecía
una señal sana, afirmando que todavía estamos vivos... Siguió el descontrol, el
saqueo, el temor, el pánico. Finalmente, comienzan a aparecer soluciones, en las
que las actitudes de los políticos no sólo no despejan las dudas, sino que
parecen llevarnos a un nuevo escepticismo... Si el profeta Isaías fuera el
cronista de todos estos hechos, quizás dijera lo mismo que en tiempos del Rey
Ajaz: ¿NO LES BASTA CANSAR A LOS HOMBRES, SINO QUE QUIEREN CANSAR TAMBIÉN
A DIOS?
2. La respuesta de Dios también es la misma: aunque nadie se lo pidiera (y
somos muchos quienes se lo pedimos...), Dios va a dar una señal: una Virgen
embarazada va a dar a luz un Hijo, que es Dios con nosotros.
MARÍA CONCIBIÓ POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO. Todo lo que viene de Dios es
obra del Espíritu Santo. Y todo lo que es bueno viene de Dios... Todo lo que es
bueno, entonces, tiene que ver con el Espíritu Santo.
La sensatez que esperamos para estos días, las medidas de gobierno que
tengan más en cuenta a quienes más lo necesitan, la madurez y la "generosidad"
que lleven a quien le corresponda a renunciar a lo que se haya apropiado sin que
le sea propio (PODER, DINERO, PLACER...), también provienen del Espíritu Santo.
Por eso, nosotros, en estas horas oscuras, nos ponemos firmes y esperanzados en
la oración, pidiendo para todos esa apertura del corazón, por la que se hagan
sensibles a lo que el Espíritu de Dios les sugiere...
3. JOSÉ, QUE ERA UN HOMBRE JUSTO, NO HABLÓ DE MÁS, Y OBEDECIÓ A DIOS.
También José se encontró con cosas sorprendentes. Pero no empezó a "despotricar"
contra María. Guardó la calma, y buscó "lo justo". Así pudo escuchar lo que Dios
tenía para decirle a través del Angel. Y cuando oyó, hizo caso.
Hoy tampoco es tiempo para sumar desconcierto al desconcierto, caos al
caos, simplemente para descargarse. Hoy también hace falta no hablar de más,
porque nuestras palabras, si son de más, pueden hacer daño. Simplemente, hay que buscar lo que es
justo. Abrir los oídos, y el corazón, para oír lo que tiene Dios para
decirnos.
Dios habla desde un pesebre en el que nace pobre. El pesebre tiene a María
y a José, que nos muestran cómo recibir a Jesús: abriéndonos a su Espíritu, del
que viene todo lo bueno, y haciéndole caso a Dios, que viene a
salvarnos. Podemos esperar con las "puertas abiertas", lo que nos trae el
Espíritu Santo. Y una vez que hemos oído y recibido lo que Dios nos dice y nos
trae en el pesebre, llega el momento de obedecer a Dios, EN QUIEN CIERTAMENTE
PODEMOS CONFIARNOS...
Un abrazo y mis oraciones.
Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge: