Cosas sencillas...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 3 de julio de 2011, Domingo XIV del Tiempo Ordinario del Ciclo Litúrgico A, en la Abadía Santa Escolástica y en el Hogar Marín:

I.- Vídeo: en Youtube - en Facebook
II.- Versión escrita
III.- Lecturas bíblicas de la Misa



Periódico1. LAS COSAS MÁS SENCILLAS A VECES SON DIFÍCILES DE ENTENDER PARA EL HOMBRE DE HOY... Hombres inteligentes de nuestro tiempo tratan de explicarnos lo que sucede en el mundo de hoy y muchas veces no logran decirnos nada que nos ayude a comprenderlo. Los periódicos, sobre todo los de los domingos, vienen con artículos de fondo que intentan explicarnos lo que sucede, pero sus mismos autores no terminan de entenderlo o de saberlo...

PensativoPodemos pensar que el mundo se ha hecho muy complejo, no sólo en el aspecto técnico de los instrumentos con los que hoy contamos para desarrollarnos, sino también por el modo en que éstos han acortado de tal modo las distancias en el mundo globalizado, que todos estamos todo el tiempo relacionados con todos. En realidad, resulta incomprensible el mundo, por mucho que se piense en él, si se pierde de vista el origen de donde adquiere su sentido. El mismo don de la vida que todos hemos recibido de Dios resulta incomprensible si pretendemos comprenderla aislándonos de su fuente inicial y de su dimensión de eternidad, que se alimenta de nuestra relación con nuestro Creador...

CiegoPodemos pensar que la ciencia de nuestro tiempo, y quizás también eso que llamamos la inteligencia colectiva (distinta a la inteligencia individualizada de todos los que forman la comunidad humana), parecen haber perdido su centro de gravedad (de atracción), que estuvo, está y siempre estará en Dios. Así como la fuerza de gravedad nos mantiene sujetos al mundo tirando de nosotros y de todos los objetos que vemos y utilizamos a diario hacia el centro de la tierra, podemos también tener la certeza que el mundo entero adquiere su sentido en el amor Creador de Dios, de donde proviene. Y cuando se lo desprende de Dios, irremediablemente se pierde la posibilidad de entender aquello que ha surgido del amor creador de Dios, cuyo centro lo constituye precisamente el hombre. De esta manera, los hombres que parecen perder su capacidad de comprenderse a sí mismos porque pierden su centro de gravedad, que es Dios, se asemejan irremediablemente a un ciego voluntario que, tapándose los ojos, pretende tirarse de un trampolín negándose a ver que la pileta que lo espera está vacía, y en ella terminará de bruces, rompiéndose la cabeza. Por eso Jesús hoy quiere enseñarnos algo muy sencillo, que pueden ayudarnos a entender las cosas más importantes de la vida...

Beso2. LOS HUMILDES Y PEQUEÑOS PUEDEN ENTENDER ESTE MUNDO, Y CAMBIARLO CON SU AMOR... Para entender este mundo, lo que hace falta es acceder a la sabiduría de Dios, de cuyas manos proviene. Y Dios revela su sabiduría no a los "sabios y prudentes" según los criterios de este mundo, sino a los humildes y pequeños. Si quisiéramos corroborarlo, nos sobrarían los ejemplos, que cada uno de nosotros, de una u otra manera, seguramente hemos podido comprobar más de una vez. Las pequeñas cosas, que provienen del amor, son las que se hacen firmes y consistentes, y tienen todas su raíz en la sabiduría de Dios. Y con un amor perseverante, que se alimenta de Dios, no sólo se comprenden sino que también se transforman todas las cosas, haciéndolas a la medida de Dios...
 
Todos conocemos personas que con sus vidas nos han mostrado, de una manera convincente y entusiasmante, que el amor, que nace desde la sencillez del corazón, puede hacer grandes cosas. Santa Juana Jugan era una mujer muy sencilla, pero comprendía con claridad lo que significa el amor de Dios, y les dejó a las Hermanitas de los Pobres un testimonio claro sobre cómo se vive ese amor en la dedicación a los ancianos pobres que reciben y residen en sus Casas...

Beata Teresa de CalcutaLa Beata Teresa de Calcuta también fue una mujer sencilla. Y aunque haya quienes se empeñen en hacernos conocer muchas frases suyas, o que se le atribuyen, basta ver lo que hizo para comprender con claridad que se trataba de una mujer que vivía del amor de Dios y vivía para el amor de Dios. Dedicó todos sus esfuerzos y los de su Congregación a atender a los moribundos, a los niños abandonados, a los más pobres entre los pobres. Podríamos decir que ella, sabiéndose pequeña, se dedicaba a atender a los pequeños, en los que veía el rostro de Dios...

AbrazoDe una manera más cercana, podemos hoy detener nuestra mirada en las personas que se dedican a tratar de poner remedio a las inclemencias del volcán Puyehue, que desde la cordillera chilena despide sus cenizas que han llegado a dar la vuelta al mundo entero, cayendo sobre el mismo Chile desde el Oeste. Desde mucho antes que hubiera personas viviendo por esa zona este volcán echaba humo, cenizas y fuego, y hasta lava volcánica. También lo hará en el futuro, incluso cuando haya pasado este momento de especial erupción. Pero nos sirve de ejemplo a todos ver a las personas que sufren hoy estas cenizas uniéndose, como lo están haciendo, en un abrazo solidario con el que salen en ayuda uno de otros, no sólo para limpiar las ciudades de la insistente ceniza, sino también para rescatar a los animales, especialmente a las ovejas, y conseguir los fardos con qué alimentarlos, mientras los escasos pastos naturales sucumben ante las cenizas. Nos muestran una vez más que el amor nos hace crecer, también ante las mayores durezas de la vida...

Bueyes3. EL YUGO ES SUAVE Y LA CARGA LIVIANA, SI SE LLEVA LA DE JESÚS, Y CON JESÚS... El yugo es un instrumento que presta un servicio impresionante, de una manera muy simple. Hace que los que se unen con él tiren para el mismo lado y sumen sus fuerzas (a propósito, ¿no es luminoso pensar que a los que constituyen un matrimonio los llamamos cónyuges precisamente porque unen sus fuerzas, que son distintas y propias cada una de su propia naturaleza y virtud personal, sumándolas para realizar algo que de otra manera, cada uno por su lado, no podrían lograr, como es la felicidad eterna a través de la donación mutua?). Por eso, la invitación de Jesús es a compartir su yugo y su carga...

BueyesTengamos en cuenta, cuando recibimos esta invitación de Jesús para que llevemos con Él su carga, que Él ya la llevó desde la Cruz a la Resurrección. Se trata de una carga, entonces, desde donde surge la vida eterna para todos los hombres que quieran recibirla. Si llevamos con Jesús su yugo suave y su carga liviana, estaremos tirando para el mismo lado que Dios, y sumando con Él nuestras fuerzas. ¿Qué mejor garantía podemos pedir de llegar a la meta?

El yugo de Jesús, que nos permite contar con sus fuerzas, que llevan la mayor parte del peso, es la Cruz. Y la carga es el amor. Ese amor que hace falta para cambiarle el rostro a nuestra familia, a nuestra tarea de cada día, a nuestra empresa, a nuestra nación. Un amor con el que se toma en serio la decisión de hacer lo que es bueno para todos. Un amor que nos ayuda a tirar a todos para el mismo lado, para el lado para donde tira Dios, un amor que se haga firme en la tierra y haga de nuestro camino en ella un camino hacia la Vida eterna...

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Lecturas bíblicas del Domingo XIV del Tiempo Ordinario del Ciclo "A":

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Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
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