Lo que nos sostiene...

Queridos amigos:
 
Esta fue mi predicación de hoy, 29 de junio de 2008, Solemnidad de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, en la Abadía Santa Escolástica y en el Hogar Marín:

Benedicto XVI1. UNA MIRADA FRÍVOLA ES UN MODO DE ESCAPAR AL PESO DE LA VERDAD... Unos días atrás comía fuera de casa, y en la mesa de al lado había un grupo grande, entre ellos algunos amigos, que llevaban una conversación muy sostenida. en determinado momento uno de ellos se levantó y se acercó a mi mesa, para pedirme ayuda. Decía que estaban en una discusión que no alcanzarían a resolver sin mi ayuda. Pensé enseguida que se trataría de algunos de los temas doctrinales que hoy inquietan, y en los que a quien se deje arrastrar por la cultura de nuestro tiempo se le hace difícil aceptar la enseñanza siempre antigua y siempre nueva de la Iglesia. Me dispuse a ayudarlos, pero me encontré con una gran sorpresa. La discusión era sobre los zapatos que usa el Papa, si siempre son rojos o también los usa de otro color, por ejemplo blanco...

Vuelto a casa, y tratando de entender cómo habían llegado a esa preocupación, pude saber a través de Internet que hace ya unos años algunas Revistas se ocupan del tema, haciendo conjeturas sobre la marca de los zapatos del Papa, probablemente con mucha mayor trascendencia para los negocios de algún interesado que para las discusiones teológicas de nuestro tiempo. Pero además me pareció comprobar fácilmente que el tema recrudece en la preocupación periodística cuando el Papa habla de temas teológicos realmente relevantes, como lo ha hecho en estos días refiriéndose una vez más a la indisolubilidad del matrimonio. En todo caso, no se comprende la importancia del tema, si se tiene en cuenta que el Papa usa zapatos, pero no se sostiene en ellos...

San Pedro2. JESÚS AFIRMÓ SU IGLESIA SOBRE LA FE DE LOS APÓSTOLES Y SUS SUCESORES... Pedro era un hombre débil (no sólo lo negó tres veces a Jesús, en situación que todos consideraríamos de cobardía mayúscula, también alternó muchas otras veces la audacia con la ingenuidad). Y Pablo también, se dice que le costaba mucho hablar. Sin embargo, ambos fueron capaces de cosas muy grandes. Uno era simple, brusco, inculto, pescador (Pedro); el otro culto, fariseo, perseguidor de los cristianos (Pablo). Predicaron sin cansancio la Palabra de Jesús, y dieron testimonio de ella con sus propias vidas en la ciudad de Roma, casi al mismo tiempo, durante una de las persecuciones de Nerón a los cristianos. ¿De dónde les vino la fuerza y el coraje para hacerlo, si no de la fe?

San PabloEn tiempo de los Apóstoles no se andaban con vueltas. Ya Herodes había hecho ejecutar a Santiago Apóstol, el hermano de san Juan, y uno de los que se dedicaba a pescar junto con Pedro y Andrés, antes de conocer a Jesús. El mismo Pedro había terminado en la cárcel, de la que esa vez consiguió salir. Pero ser testigos de Jesús llevaba su precio en gotas de sangre, que se pagaban con la propia vida. Sin embargo, ellos fueron fieles al don recibido, no de la carne o de la sangre, sino de Dios, que los llamó a ser su testigos.

Benedicto XVIEsa es también la tarea de Benedicto XVI. Por eso sigue incansable su marcha. No son los zapatos los que lo sostienen. Lo vemos en cambio cada día sostenido en su fe (lo significa apoyándose en el báculo, el "bastón" del Pastor, que lleva en su parte superior a Jesús crucificado), esa fe que transmite con fidelidad cada día, según la misión que ha recibido. Como san Pablo, a quien el Papa invita a dedicar el Año Paulino que él inicio en las primeras Vísperas del 28 de junio y que se extenderá hasta el 29 de junio de 2009, con ocasión de los dos mil años de su nacimiento), el Papa ha sido tocado por el Amor de Dios que lo salva, y de allí surge la libertad de su compromiso con la Verdad que ha recibido. La importancia de su testimonio está en que no se apoya en la fortaleza del testigo, sino en su debilidad. En un tiempo en el que es tan fácil caer en el absurdo de considerar útiles sólo a los "fuertes", a los que "producen", a los que "ganan", suena llena de sentido una palabra como la del Papa, que es más firme que todas las que resuenan desde el "éxito" efímero, porque es una palabra segura, sostenida en la fe...

Manos de Dios3. SOMOS FAMILIA DE DIOS. TAMBIÉN A NOSOTROS NOS SOSTIENE LA FE... Desde el primer tiempo de la misión apostólica, la Iglesia se mantuvo unida a Pedro, todos rezaban por él. Es parte de la misión de Pedro y sus sucesores, hoy Benedicto XVI, mantener unida a la Iglesia, como familia de Dios. Esto es parte integrante de nuestra fe. Dios nos ha hecho su familia, y sólo viviendo unidos por un amor sólido y comprometido, que nos mantenga siempre alertas y al servicio de nuestros hermanos, su Palabra permanece viva en nosotros, y podemos ser testigos fieles de la fe recibida.

Igual que a Pedro, a Pablo y al Papa, también a nosotros es la fe la que nos sostiene. Podemos pretender además que nos vaya bien, que tengan resultados nuestros esfuerzos para llevar adelante del mejor modo posible todas nuestras empresas humanas, deportivas o laborales, podemos incluso pretender que nuestra vida vaya acompañada del éxito y del aplauso. Sin embargo, si nada de eso pasa, todo puede estar todavía muy bien. Lo único que realmente nos resulta imprescindible es que nuestra vida termine bien, de la mano de Dios. Y para eso, lo que no puede faltarnos es la fe, porque es la que nos sostiene...


Lecturas bíblicas de la Solemnidad de los santos Apóstoles Pedro y Pablo:

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Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge:
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