De la opinión a la fe...

Queridos amigos:

Esta fue mi predicación de hoy, 21 de agosto de 2005, XXI Domingo del Tiempo Ordinario del Ciclo Litúrgico A, en el Hogar Marín. Me basé en las lecturas bíblicas de la Misa del día y en la Homilía de Benedicto XVI en la Vigilia Final de la Jornada Mundial de la Juventud 2005, celebrada en la ciudad de Colonia, Alemania:


Discusión1. LAS OPINIONES SIRVEN PARA CONOCERNOS, PERO ES MUY DIFÍCIL QUE NOS CAMBIEN LA VIDA... Los argentinos somos conocidos por algunas características particulares. Dicen, por ejemplo, que tenemos una gran facilidad para opinar sobre cualquier cosa de la que se esté hablando. A veces, incluso, las opiniones nos llevan a discusiones apasionadas, en las que cada uno sostiene sus posiciones con vehemencia creciente. De todos modos, por mucho que discutamos, es muy difícil que cambiemos nuestro modo de ver o entender las cosas como consecuencia de un intercambio apasionado de opiniones...

Las opiniones tienen su utilidad, sirven para conocernos. A los sacerdotes nos pasa con mucha frecuencia que nos preguntan qué opinamos sobre una cantidad de temas, y fácilmente podemos descubrir que detrás de esas preguntas está el deseo de conocernos con más detalle. En estos tiempos, por ejemplo, me preguntan con frecuencia qué opino de los piqueteros. Quizás quien me hace la pregunta no está demasiado interesado en los piqueteros, pero saber lo que yo opine le ayuda a conocerme. Y es más fácil pedirme una opinión sobre ese tema (o sobre cualquier otro), que preguntarme a boca de jarro: "¿quién eres? ¿cómo eres Quiero conocerte más"...

Benedicto XVI y el Rabino Natanel TeitelbaumTambién el Papa Benedicto XVI aprovecha todas las ocasiones que puede para el intercambio de opiniones con todos los que puede, para conocerse y entenderse más. En estos días en los que ha estado en Alemania para la celebración de la XX Jornada Mundial Benedicto XVI y Elyas Nadeem, presidente del Comité Central Islámico de Alemaniade la Juventud en la ciudad de Colonia, aprovechó para reunirse con el Rabino Natanel Teitelbaum, de dicha ciudad, y también lo hizo con Elyas Nadeem, presidente del Comité Central Islámico de Alemania. Es seguro que estas reuniones habrán servido para conocerse. Y es muy probable también que lo hayan hecho cambiando opiniones sobre muchos temas. Me divierte pensar que, incluso, se hayan preguntado, por ejemplo: "¿Qué piensas de Ben Laden? ¿Y de Bush?" Conociendo cada uno las opiniones del otro, se habrán conocido más. Y aunque siempre el contacto con los demás nos enriquece y nos hace progresar como personas, seguramente cada uno de ellos no ha modificado demasiado sus opiniones sobre las cosas sobre las que han hablado, por el sólo hecho de conocer la opinión de los demás...

También en tiempos de Jesús la gente opinaba. Y Jesús le preguntó a los Apóstoles qué decía la gente sobre Él. Ellos le transmitieron a Jesús todas las opiniones que habían oído: alguno opinaba que era Juan el Bautista, otros decían que era Elías, otros decían que sería alguno de los otros profetas. Todos opinaban, pero seguramente después seguían tranquilamente su camino, ya que el hecho de opinar generalmente no le cambia a nadie la vida. Nada cambia solamente por opinar. Pero cuando estamos ante Dios, lo que está en juego es lo más profundo del sentido la vida. No basta, entonces, con opinar, y seguir como si nada sucediera. Hay que tomar posición, y según sea una u otra, va para un lado u otro toda nuestra vida. Por eso Jesús los interpeló a los Apóstoles, y nos interpela hoy a nosotros, de una manera personal: ¿Quién dices que soy?...

Reyes Magos2. ANTE JESÚS NO BASTA UNA OPINIÓN. ÉL NOS CAMBIA TOTALMENTE LA VIDA... Pedro no se quedó navegando en las opiniones. Inspirado por el mismo Dios, dio una respuesta personal y comprometida. Movido por la fe confesó a Jesús como el Hijo de Dios, el Salvador, el Mesías. Y eso le cambió verdaderamente la vida...

También los Reyes Magos, cuyos restos, según una antigua tradición, se conservan en la Catedral de Colonia, tuvieron algo más que una opinión cuando se encontraron con Jesús, y eso seguramente les cambió la vida. Benedicto XVI les decía a los jóvenes en la Vigilia Final de la Jornada Mundial de la Juventud 2005 realizada en esa ciudad de Alemania, que los Reyes Magos, cuando vieron al niño Jesús con María, cayendo de rodillas lo adoraron. Habían llegado a su meta. Pero allí mismo comenzó para ellos un nuevo camino, decía el Papa, una peregrinación interior que les cambió toda su vida. Seguramente se habían imaginado a Jesús de modo diferente. Estaban convencidos de que Dios existía, y que era un Dios justo y bondadoso. Seguramente buscaban el derecho y la justicia que debían venir de Dios. Es probable también que pensaran que para cambiar el mundo hace falta disponer de poder. Y sin embargo, se encontraron ante un Niño nacido en un Pesebre. Cuando se postraron ante el Niño del Pesebre, comenzaron su camino interior...

Jornada Mundial de la Juventud 2005Ciertamente, no pudieron quedarse sólo opinando sobre lo que habían visto. La respuesta ante Jesús es la fe. Para eso, les decía el Papa a los jóvenes, tuvieron que cambiar su idea sobre el poder, sobre Dios y sobre el hombre y, con ello cambiar también ellos mismos. El poder de Dios es diferente al poder de los grandes del mundo. Su modo de actuar es distinto de como lo imaginamos, nos dice a todos el Papa. Dios no le hace competencia a las formas terrenales del poder. No contrapone sus ejércitos a otros ejércitos. Al poder estridente y pomposo de este mundo, Jesús contrapone el poder silencioso del amor, que parece sucumbir en la Cruz y que, sin embargo, allí mismo vence instaurando el Reino de Dios...

Jornada Mundial de la Juventud 2005Los Reyes Magos aprendieron que no se cambia el mundo con órdenes impartidas desde lo alto, sino entregándose. Y con ellos también nosotros aprendemos que acomodar a este modo divino de ejercer el poder, a este modo de ser de Dios. Por eso en un momento trascendente de la Vigilia Final de la Jornada Mundial de Colonia los jóvenes presentaron ante el Papa una enorme Cruz...

En el nombre de Dios, decía anoche el Papa, se predica también el odio y se practica la violencia. Pero Jesucristo crucificado nos manifiesta el verdadero rostro de Dios. Y sólo los santos, decía el Papa, son los que realmente cambian las cosas. En el siglo pasado, nos recordaba, hemos vivido revoluciones cuyo programa común fue no esperar nada de Dios, sino tomar totalmente en las propias manos la causa del mundo para transformar sus condiciones, tomando un punto de vista humano y parcial como criterio absoluto de orientación. La absolutización de lo que no es absoluto, sino relativo, se llama totalitarismo. No libera al hombre, sino que le priva de su dignidad y lo esclaviza. No son las ideologías las que salvan el mundo, sino sólo dirigir la mirada al Dios viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad, el garante de lo que es realmente bueno y auténtico. La revolución verdadera consiste únicamente en mirar a Dios, que es la medida de lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno. Y, ¿qué puede salvarnos, si no es el amor?..

Logo JMJ 20053. CREEMOS CON LA FE DE PEDRO Y DE LA IGLESIA. POR ESO VENIMOS A ADORARLO... Nosotros creemos y nos postramos, afirma el Papa, ante el Jesús que nos muestran las Sagradas Escrituras, y que en la gran comunidad de fieles llamada Iglesia se manifiesta viviente, siempre con nosotros y al mismo tiempo siempre ante de nosotros...

Jornada Mundial de la Juventud 2005Se puede criticar mucho a la Iglesia. Lo sabemos, decía anoche el Papa en la Vigilia Final de la Jornada Mundial de la Juventud 2005, y Jesús mismo lo decía: es como una red con peces buenos y malos, como un campo con trigo y cizaña...

En el fondo, decía anoche Benedicto XVI, nos consuela que exista la cizaña en la Iglesia. De esta manera, a pesar de todos nuestros defectos y nuestras miserias, podemos esperar estar aún entre los que siguen a Jesús, que ha llamado precisamente a los pecadores. Lo que hace falta es que, así como los jóvenes que se reunieron junto al Papa en la ciudad de Colonia tuvieron que aguantar y sobreponerse al frío y a las inclemencias del tiempo, así nosotros tenemos que llenarnos de coraje y estar dispuestos a todo para seguirlo a Jesús...

PesebreCruz y EucaristíaLa Iglesia es como una familia humana, dice el Papa, pero es también al mismo tiempo la gran familia de Dios, mediante la cual Él establece un espacio de comunión y unidad en todos los continentes, culturas y naciones. Por eso nos alegramos de pertenecer a esta gran familia; de tener hermanos y amigos en todo el mundo. Y en las Jornadas Mundiales de la Juventud, como en esta de Colonia en el 2005, se experimenta el gozo de pertenecer a una familia tan grande como el mundo, que comprende el cielo y la tierra, el pasado, el presente y el futuro de todas las partes de la tierra...

Los Reyes Magos "vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron". También nosotros podemos encontrarlo. Lo tendremos siempre entre el Pesebre y la Cruz. Pero la Cruz no es sólo el signo de la muerte de Jesús, ya que Jesús resucitó. Por eso, a Jesús lo encontramos también y especialmente en la Eucaristía, y allí podemos adorarlo. Jesús no es una historia lejana, nos dice el Papa, de hace mucho tiempo. Es una presencia. Él está ante nosotros y entre nosotros en la Eucaristía. Como entonces, se oculta misteriosamente en un santo silencio y, como entonces, nos muestra así el verdadero rostro de Dios. Él está presente, como entonces en Belén. Y nos invita a esa peregrinación interior que se llama adoración. Pongámonos ahora en camino para esta peregrinación del espíritu, y pidámosle a Él que nos guíe...


Un abrazo y mis oraciones.
 
P. Alejandro W. Bunge
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