Ayudarnos a cargar la Cruz...

Queridos amigos:

Esta fue mi predicación de hoy, 26 de junio de 2005, XIII Domingo del Tiempo Ordinario del Ciclo Litúrgico A, en el Hogar Marín. Me basé en las siguientes frases de las lecturas bíblicas de la Misa del día:


Bote de goma1. CUANDO SE EMPRENDE UNA MARCHA, SIEMPRE HAY QUE TOMAR DECISIONES...Y es muy importante elegir bien, sin equivocaciones, porque de eso dependerá que se pueda llegar a la meta que se pretende alcanzar. Un bote de goma , por ejemplo, puede ser una buena elección y puede servir si lo que uno pretende es divertirse un rato en una pileta. A lo sumo podrá servir también para meterse un rato en una laguna de aguas muy  tranquilas, pero sería una mala elección si lo que se pretende es conectarse con el mundo a través de los océanos...
 
Avión chicoTodos nosotros estamos en una marcha, que tuvo su inicio el día de nuestro nacimiento, y tiene su meta es el Cielo (donde todos queremos llegar, aunque muchas veces sin apuro). También tenemos una meta como patria, como nación. Y en horas cruciales como las que estamos viviendo, hay que elegir, no sólo cuando llega el momento de votar, sino todos los días, y según sea nuestra elección, será nuestra posibilidad de llegar a la meta buscada...
 
Avión grandePara encaminarnos a la meta que tenemos como nación podemos elegir la verdad, o la mentira, pero no las dos, porque donde entra una no cabe la otra. Podemos elegir la paz o la violencia, pero no las dos, porque la violencia destruye la paz. Podemos elegir el esfuerzo o la comodidad, pero no las dos, porque la comodidad no nos permite hacer el esfuerzo que necesitamos. Podemos elegir la justicia o la injusticia, pero no las dos, porque se oponen. Podemos elegir la honradez (la honra) o la corrupción, pero no las dos, porque la corrupción destruye la honra, propia y ajena. Podemos elegir la fe o la impiedad, pero no las dos, porque la fe, cuando la elegimos en serio, baña toda nuestra vida...
 
Tenemos que elegir, y lo hacemos a cada paso, de modo que somos el fruto de nuestras decisiones, no sólo el resultado inerte de lo que hacen los demás. Y según elijamos, tenemos posibilidad o no de alcanzar la meta que buscamos. Por eso hoy Jesús quiere enseñarnos a elegir bien el modo de encaminarnos a nuestra meta más importante...

Jesús2. PARA LLEGAR A LA META, HAY QUE ELEGIR SIEMPRE A JESÚS, Y SU CRUZ... Jesús es nuestro Camino, Verdad y Vida, o, como dice San Agustín, Jesús es nuestro Camino, porque de Verdad nos lleva a la Vida. Él tiene con qué reclamar nuestra atención, y pedirnos nuestra confianza, para que lo elijamos de tal modo a Él, que nada pueda desviarnos a lo largo de la vida, en la que vamos caminando hacia la meta. Pero Jesús, cuando nos llama a elegirnos, nos recuerda cómo y cuál es su camino: la Cruz. Es a través de la Cruz que Él venció a la muerte y al pecado, y a esa Cruz nos llama, para que alcancemos la resurrección que Él ya ha alcanzado...

Tormenta calmadaSi elegimos a Jesús, Él se subirá a nuestra barca, y desde allí podrá calamar todas las tormentas. Pero necesariamente esa elección, además, nos cambiará la vida. Si elegimos a Jesús, ya no habrá espacio en nuestra vida para la mentira, o la violencia, o la comodidad, o la injusticia, o la corrupción, porque con Jesús estamos eligiendo la verdad y el coraje para defenderla, la paz y el compromiso para construirla, la justicia y la pasión para sostenerla, el esfuerzo para sostener con fidelidad nuestra elección a cada paso, la honradez (la honra) y la firmeza para custodiarla, la fe y todas sus consecuencias...

Jesús misericordiosoSi elegimos a Jesús, esto tendrá consecuencias para nuestra vida y para la vida de todos los que nos rodean. De esto hablaba el Cardenal Bergoglio ayer, cuando se dirigía a los agentes de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires, en una exposición que los periodistas recogían con asombro esta mañana en los los medios escritos, radiales y televisivos. ¿Es que podría esperarse que la fe cristiana no tenga consecuencias en quienes hemos encontrado en Jesús al Hijo de Dios, capaz de orientar toda nuestra vida a la meta celestial, y por eso mismo nos compromete a construir nuestra vida personal y social a partir de la luz que encontramos en sus palabras salvadoras?...

Pera la Palabra de Jesús es exigente: nos espera una Cruz, y hay que estar dispuestos a ella. A cada uno le espera la propia, porque no se vence al pecado y a la muerte de otro modo que asumiendo la propia Cruz. Pero además, es necesario una elección decidida, porque quien quiera a sus padres o sus hijos más que a Jesús, tarde o temprano se quedará por el camino, no llegará a la meta. No se trata de ponerle límites al amor filial, paterno o materno, sino simplemente tener en cuenta que, con los grandes que éstos sean, mayor deberá ser todavía el amor a Dios, en quien toda nuestra vida encuentra su sentido...

IglesiaCruz3. UNIDOS EN LA IGLESIA, PODEMOS AYUDARNOS A CARGAR CON LA CRUZ... Pero cuando elegimos a Jesús, no estamos solos. Así como nos encontramos con él porque su Palabra nos ha sido predicada por la Iglesia y sus Sacramentos lo hacen siempre presente en ella, así también nuestra fe se hace sólida dentro de la Iglesia...

En la Iglesia vamos juntos hacia la meta, invitando a todos los que quieran subirse a ella. En cada diócesis tenemos un Obispo conduciendo el timón, y Juan Pablo II ayer, y Benedicto XVI hoy, llevan el timón de toda la Iglesia.  Puede ser que en esta barca a veces algunos trabajen (ver en el dibujo los que sostienen las velas y los que avistan el horizonte), y otros sólo hablen y critiquen (ver los que toman mate en la proa). Sin embargo, en esta barca todos tenemos una función y una tarea insustituible...
 
En definitiva, es tarea de todos nosotros ayudarnos a cargar la Cruz. A veces nos tocará, como en el comienzo y en el final de esta secuencia, llevar el peso repartido entre todos. Otras veces, el que vaya adelante, o en el medio, o más a la cola, se encontrará sin piso firme para sostener la Cruz. En ese momento sólo podrá colgarse de la Cruz que sostienen los demás...

Y bienvenido sea. Porque de esta manera, podrán superarse todos los vacíos que se abran bajo nuestros pies. Hemos sido llamados a compartir como familia de Dios una misma meta en el Cielo, y nada será mejor preparación para disfrutarla, que empezar a compartir ya en el camino la Cruz, que nos lleva a esa meta...


Un abrazo y mis oraciones.
 
P. Alejandro W. Bunge
Consultas o comentarios, aquí:Correo



Predicaciones del P. Alejandro W. Bunge: