Esta fue mi predicación de hoy, 17 de abril de 2005,
Domingo IV de Pascua del Ciclo Litúrgico A, en el Hogar
Marín. Me basé en las
siguientes frases de
las lecturas bíblicas de la Misa del día:
- El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once,
levantó la voz y dijo: «Todo el pueblo de Israel debe reconocer que a
ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías».
Al oír estas cosas, todos se conmovieron profundamente, y dijeron a
Pedro y a los otros Apóstoles: «Hermanos, ¿qué debemos hacer?». Pedro
les respondió: «Conviértanse y háganse bautizar en el nombre de
Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el
don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a
sus hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor,
nuestro Dios, quiera llamar» (Hechos 2, 14 y 36-39).
- Queridos hermanos: si a pesar de hacer el bien, ustedes soportan
el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios... El llevó sobre
la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que,
muertos al pecado, vivamos para la justicia (1 Pedro 2, 20 y 24).
- Jesús dijo a los fariseos: «Les aseguro que el que no entra por
la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón
y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas.
El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una
por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va
delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca
seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su
voz». Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo
que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: «Les aseguro que yo soy
la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son
ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la
puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y
encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y
destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la
tengan en abundancia (Juan 10, 1-10).
Un abrazo y mis oraciones.