Esta fue mi predicación de hoy, 6 de marzo de 2005,
Domingo IV de Cuaresma del Ciclo Litúrgico A, en el Hogar
Marín. Me basé en las
siguientes frases de
las lecturas bíblicas de la Misa del día:
- El Señor dijo a Samuel: «No te fijes en su aspecto ni en lo
elevado de su estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como
mira el hombre; porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el
corazón» (1 Samuel, 16, 7).
- Antes, ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor.
Vivan como hijos de la luz. Ahora bien, el fruto de la luz es la
bondad, la justicia y la verdad (Efesios 5, 8-9).
- Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Escupió en la tierra,
hizo barro con la saliva y lo puso sobre los ojos del ciego,
diciéndole: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé», que significa
"Enviado". El ciego fue, se lavó y, al regresar, ya veía. Los vecinos y
los que antes lo habían visto mendigar, se preguntaban: «¿No es este el
que se sentaba a pedir limosna?». Unos opinaban: «Es el mismo». «No,
respondían otros, es uno que se le parece». El decía: «Soy realmente
yo». El que había sido ciego fue llevado ante los fariseos. Era sábado
cuando Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos, a su vez, le
preguntaron cómo había llegado a ver. El les respondió: «Me puso barro
sobre los ojos, me lavé y veo». Algunos fariseos decían: «Ese hombre no
viene de Dios, porque no observa el sábado». Otros replicaban: «¿Cómo
un pecador puede hacer semejantes signos?». Y se produjo una división
entre ellos. Entonces dijeron nuevamente al ciego: «Y tú, ¿qué dices
del que te abrió los ojos?». El hombre respondió: «Es un profeta».
Ellos le respondieron: «Tú naciste lleno de pecado, y ¿quieres darnos
lecciones?». Y lo echaron. Jesús se enteró de que lo habían echado y,
al encontrarlo, le preguntó: «¿Crees en el Hijo del hombre?». El
respondió: «¿Quién es, Señor, para que crea en él?». Jesús le dijo: «Tú
lo has visto: es el que te está hablando». Entonces él exclamó: «Creo,
Señor», y se postró ante él (Juan 9, 1. 6-9. 13-17. 34-38).
Un abrazo y mis oraciones.